El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, se ha dirigido al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, para volver a pedirle una reunión. Después de que la semana pasada el ejecutivo desestimara la petición de Cuixart para que se lo incluyera en la ronda de contactos para la investidura reiterando que el diálogo "sólo puede ser dentro de la Constitución", el presidente de la entidad explica a Sánchez que todavía están a tiempo de un encuentro.

En una carta publicada en 'eldiario.es', Cuixart ha señalado que "siempre es un buen momento para el diálogo" y se ha negado a rechazar "ninguna oportunidad". Insiste en que Sánchez pueda conocer "de primera mano" los motivos que llevan "un padre de familia y empresario, presidente de la principal entidad cultural del Estado, a afirmar que su prioridad no es salir de la prisión, sino la resolución del conflicto político". Además, ha afirmado que el diálogo se tiene que producir sin "renuncias previas de nadie".

cuixart

El presidente de Òmnium recuerda que pidió la semana pasada a Sánchez una reunión, en el marco de la ronda de contactos para encarar la investidura "consciente de las pocas posibilidades de éxito", pero "convencido de que era y sigue siendo una propuesta razonable, lógica y normal". Ha aseverado que "estamos y estaremos siempre dispuestos a hablar. Porque en realidad, estoy en la prisión acusado de eso, de utilizar la palabra".

A la carta, Cuixart ha señalado que, al margen de la sentencia sobre el 1-O, los catalanes siguen pidiendo ser escuchados "de manera muy mayoritaria" y recuerda que "no desaparecerán, al contrario". El presidente de Òmnium ha defendido que a la reunión le habría gustado poder profundizar en el mensaje del 'Lo volveremos a 'hacer' como una reafirmación de los derechos y libertades más básicos de la ciudadanía, y ha recordado que mantienen la certeza del lema. Finalmente, Cuixart destaca que le habría gustado poner encima de la mesa "la enorme preocupación por la vida de los 121 refugiados a bordo del Open Arms", así como por los desahucios o la necesidad de derogar la Ley Mordaza.