El exsecretario de Organización del PP de Galicia, Pablo Crespo, ha asegurado ante el tribunal que le juzga por su participación en la trama Gürtel que alguien le avisó de que desde el Ministerio del Interior se estaba preparando, con "policías amigos", una operación contra el PP. Según ha explicado el acusado, "una persona que no viene al caso" le alertó en 2008 de que, desde el despacho de Rubalcaba y con la colaboración posterior de su sucesor Antonio Camacho, se impulsaba una investigación sobre los populares en la que Rafael Correa, el presunto número 1 del caso, era el principal objetivo. "En ese asunto estaba Correa por su relación con el yerno del señor Aznar", ha afirmado.

El Ministerio Público defiende que gestionaba y administraba alguna de las empresas más importantes de la telaraña empresarial de Francisco Correa como Boomerangdrive o Rialgreen, siempre con la colaboración del presunto cerebro financiero de la Gürtel, Luis de Miguel, con el que constituyó Orange Market. También administró junto a Izquierdo, y bajo la supervisión de Correa, Pasadena Viajes, Special Events, TCM y Down Town. Preguntado por esta cuestión, Crespo ha afirmado que estas empresas pertenecían a Correa y ha explicado a qué se dedicaban cada una de ellas. En este sentido, ha detallado que TCM hizo eventos para "particulares, para la Comunidad de Madrid, para el Ayuntamiento de Madrid, y para la Comunidad Valenciana", en este último caso junto a Orange Market, y ha destacado que esta sociedad trabajaba "con personal propio y personal subcontratado".

En su declaración, Crespo ha justificado que diera instrucciones a sus trabajadores para que se llevaran dinero y documentación de las sedes de la empresa. Ha apuntado que era una instrucción habitual que nada tenía que ver con un posible registro. "Es habitual pedir que no se deje dinero en la sede", ha explicado el acusado. Crespo ha negado que todo el dinero en efectivo que poseían la red de empresas de la Gürtel fueran dinero negro.