Alemania asume este miércoles la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE), que estará fuertemente marcada por la crisis de la Covid-19. "Esta no es la presidencia que preparábamos", admiten fuentes diplomáticas alemanas.

Berlín se ha visto forzado a redefinir sus planes para los próximos seis meses al frente de las reuniones ministeriales del Consejo de la UE por la pandemia. Ahora, las grandes prioridades de la presidencia alemana serán impulsar un acuerdo entre los socios europeos sobre el plan para la recuperación económica y un pacto comercial con el Reino Unido antes de finales de año. De esta manera, el dosier migratorio y el medioambiental que querían adelantar han quedado relegados a un segundo plano.

Angela Merkel ACN

Imagen de archivo de Angela Merkel dirigiéndose al Parlamento Europeo / ACN

"Cuando se resuelva la recuperación y el acuerdo con los británicos, entonces podremos hablar de inmigración", admiten fuentes diplomáticas alemanas. De hecho, el gobierno de Angela Merkel medirá el éxito de su presidencia en función de como avance la Covid-19 y el pacto comercial con los británicos.

"Si al final de la presidencia alemana hay un acuerdo sobre la recuperación sería un enorme éxito para nosotros. Si también cerramos un pacto para el Brexit sería magnífico", aseguran.

La carpeta británica

La segunda prioridad de los alemanes será ayudar a cerrar las negociaciones comerciales entre la Comisión Europea y el Reino Unido, atascadas desde marzo.

"Es posible, pero hace falta que los británicos sean menos ideológicos y más pragmáticos", exigen después de constatar que el gobierno de Boris Johnson no pedirá una prórroga del periodo transitorio, que acaba el 31 de diciembre.

Relaciones con Trump

Para Berlín, la actitud del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, es preocupante, especialmente en el campo comercial. Sin embargo, apuestan por mantenerse a la expectativa de los resultados electorales en noviembre. "Tenemos que hacer un balance de nuestras relaciones después de las elecciones", defienden.

En este sentido, los alemanes no esperan que Washington se aventure a declarar una guerra comercial "completa" en la UE en plena campaña electoral.

Merkel: "Europa puede salir más fuerte de la crisis"

En las semanas anteriores a la asunción de la presidencia y consciente del momento clave que vive la UE, Merkel ha hecho un llamamiento a la solidaridad ante la posibilidad de fractura. "Europa puede salir más fuerte de la crisis", reivindicó a la canciller en un acto de la fundación Konrad-Adenauer-Stiftung.

En un debate en el parlamento alemán, Merkel alertó de que la pandemia ha evidenciado las "vulnerabilidades" de la UE. "Nunca antes la cohesión y la solidaridad habían sido tan importantes", dijo la canciller en referencia al plan económico en un discurso en qué también apostó para que la UE tenga un papel global fuerte.

"El mundo necesita en este momento la voz fuerte de Europa para proteger la dignidad de las personas, la democracia y la libertad", defendió a la canciller delante de los diputados alemanes.

El reto de una nueva crisis

No es la primera vez que Alemania asume la presidencia rotatoria en un momento convulso. Ya lo hizo en el primer semestre del 2007, en el que la UE también hacía frente a una "profunda crisis", recuerda Hans-Gert Pöttering, que fue presidente de la Eurocámara durante la presidencia alemana del 2007.

Según Pöttering, sería "un gran éxito" que la UE cerrara un acuerdo sobre el plan de recuperación durante la presidencia alemana, pero avisa de que también se tienen que abordar otras cuestiones, como el estado de derecho, la digitalización, el cambio climático y la política de asilo, entre otros.

Alemania asume en un momento clave la presidencia rotatoria, en la cual Merkel también se juega su legado europeo. La cumbre de julio será la primera prueba de fuego, pero el éxito o el fracaso de la presidencia alemana también se medirá por la capacidad de contribuir a cerrar la negociación comercial con el Reino Unido y de conseguir avanzar en ámbitos que la pandemia ha relegado, como la política climática o la migratoria.