El 18º congreso del Partido Popular que empieza este viernes y se alargará hasta el domingo quiere satisfacer la función de hijo responsable y ordenado, frente a la teogonía por el liderazgo de Podemos y el agujero negro socialista. Mariano Rajoy llega con un incontestable poder, que ha llevado a la dirección a permitir algunos debates controlados sobre primarias, limitación de mandatos y de cargos, tras congelar retos para el PP post-Rajoy, como la ideología, a la que Ciudadanos quiere dar batalla.

El gallego tiene las filas cerradas y bien cerradas, en contraste con la batalla campal del Vistalegre II. Los marianistas, más hábiles que los pablistas, han hecho un trabajo estratégico para que la militancia "se sienta cómoda", según fuentes de la dirección, intentando transaccionar hasta 4000 enmiendas de las bases en ámbito territorial, social, económico y estatutario.

Tapar disidencias que amenacen al presidente ha llevado a cuidar todos los detalles, incluso, que el pajarito del logo ahora sea un "charrán, comúnmente conocido como gaviota", como quería a su diseñador original.

La ponencia que rige la distribución verdadera del poder en Génova es la Política y de Estatutos, pero no se esperan grandes sobresaltos. Hasta hace 48 horas acumulaba 200 enmiendas, llevando a ceder uno o dos minutos a cada enmendante para su defensa. "Sino, estaremos aquí hasta el congreso del PSOE", bromeaba un miembro de la cúpula ilustrando una ruptura que no quieren, ahora que dominan el "centroderecha" y remontan en la sangría de votos. Los tres cargos de la ministra de Defensa, presidenta del partido en Castilla la Mancha y secretaría general del PP, María Dolores de Cospedal, mantienen una enmienda explícita sobre incompatibilidad de funciones, pero no prosperará.

El caso Cospedal amenazaba con ser simbólico para los liderazgos femeninos. Lo dijo la archi rival y vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que ellas eran juzgadas diferente a ojos de la opinión pública. No a los de Rajoy. El gallego tiene que tomar la decisión y como reconoció en una entrevista hace años, confía en las mujeres. También lo hacen en la mesa del Consejo de Ministros. "¡En el gobierno y en el PP, las mujeres al poder!", decía un veterano miembro del ejecutivo en una conversación informal con El Nacional. Fuentes de su entorno esperan que continúe gracias al perdón pedido a las víctimas, en el escándalo del Yak-42.

La jugada puede afectar al vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo. Para él se podría reservar la figura de Coordinador General, o similar, "por adición" y en un guiño al aznarismo. Es el cargo que el año 1996 ocupó al popular Ángel Acebes, número tres de José María Aznar, que será el grande ausente de la velada, tras renunciar a la presidencia de Honor del PP. Sigue vacía, pero la podría ocupar Rajoy en pocos años.

Sin un Pepito Grillo como Aznar, nadie cuestionará la continuidad de su delfín un o dos lesgislaturas más. De las 4-5 enmiendas sobre limitación de mandatos, sólo queda una viva que no prosperará. El asunto está en el pacto con C's, pero no se aplicará a los Estatutos, ni a los 8 años del gallego porque no es retroactivo.

La única chispa que podría haber abierto la disputa sucesoria de inmediato entre los más de 3100 compromisarios es el sistema de elección del líder. Maíllo había conseguido consenso sobre el sistema de doble urna, cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y Valencia irrumpieron demandando más voto de las bases. Él lo resolvió con que los líderes regionales del PP fueran votados por las bases tanto en primera, como en segunda vuelta. "Habrá debate" dicen desde la dirección. El grupo de compromisarios críticos de la Red Floridablanca seguirá presionando al futuro para que también lo sea el líder.

Fuentes de Cs han explicado a este diario que tras la refundación irán a por ítems que no consiguen acuerdo en PP y PSOE, para escorar a los populares hacia el conservadurismo. Es el caso de la la maternidad subrogada. Los enmendantes quieren que se fije una posición clara, pero el portavoz Pablo Casado aseguró que "no era" el mejor lugar para ello. 

Otro caballo de Troya para los jóvenes leones del PP, como la corrupción, no será endurecido con sanciones en el Código Ético. Tampoco se cerrará el debate sobre el voto en conciencia más allá de temas que no estén en el programa electoral.

Rajoy evitará las similitudes con Podemos cuando el sábado a las 18h presente su candidatura sin nadie que le rebata el sitio, después de un paseo por los stands, fotos, y visitar las Nuevas Generaciones. La imagen de lo viejo saludando a lo nuevo. Se proclamará hacia las 21h, e irá acompañado de Cifuentes. Será el símbolo de que Mariano no es un dirigente de izquierdas, como Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, y en la derecha no contesta nadie, como tampoco al discípulo de Aznar, Albert Rivera, la semana anterior.