El exconseller de la Presidència y líder del PDECat en Madrid, Francesc Homs, será juzgado por el Tribunal Supremo por haber puesto las urnas el 9-N. La mayoría de Partido Popular, PSOE, y Ciudadanos en el Congreso ha decidido con 248 votos a favor –y 91 en contra– judicializar la consulta del 2014 sacando adelante el suplicatorio de Homs, que le retirará su protección como diputado. El gesto pone así en cuestión la voluntad de diálogo del Estado a ojos de la Generalitat, según anunciaba el presidente Carles Puigdemont en el acto convocado en Madrid por partidos soberanistas catalanes y de fuera de Catalunya, en apoyo al ex-conseller.

Homs ha hablado después de Leopoldo Barreda, presidente de la comisión del Estatuto del Diputado, quien ha introducido el punto del día.

Acto seguido ha intervenido Homs para denunciar ante los diputados que el suplicatorio era "un acto de debilidad" del Estado y que "volverían y de hecho, lo volverán a hacer" el poner las urnas, según ha explicado fuentes parlamentarias a este diario. "Vencen pero no convencen. Están judicializando la política y politizando la justicia. Tengo la conciencia tranquila" ha dicho desde la tribuna del Congreso. Así las cosas, el líder del PDCat ha concluido que no se cansarían de estar dispuestos a sentarse para pactar por un referéndum de autodeterminación.

Es en relación con el punto que había expuesto Puigdemont, que el político catalán ha cargado con más contundencia en la comparecencia posterior. "El discurso del diálogo está vacío, no hay voluntad, es todo retórica" ha dicho sobre la presunta mano tendida del presidente Mariano Rajoy para pactar con la Generalitat. "Ni diálogo ni puñetas" añadió rodeado de sus diputados y la coordinadora del PDECat, Marta Pascal. Aun así, ha celebrado que "una mayoría" de diputados catalanes se sumara a votar en contra del gesto y lamentó que otros "miren hacia otro lado" frente al soberanismo.

El debate a puerta cerrada

El debate era a puerta cerrada, según el reglamento, de manera que no se podía seguir la comparecencia. La cámara del hemiciclo, por primera vez en tiempo, enfocaba el vidrio del techo, dejando sólo vislumbrar la oscuridad de la noche. Los micros estaban cerrados y sólo se oían algunos aplausos, más fuertes cuando Homs ha acabado de hablar y fuentes parlamentarias afirman que los diputados favorables al 'no' -Unidos Podemos, En Marea, Compromís, En Comú Podem, ERC, PDECat, PNV, Compromiso y EH Bildu)– se han puesto en pie en señal de respeto. Son los mismos que habían acompañado a Homs durante el acto de protesta por la tarde.

La siguiente a hablar después del exconseller ha sido la portavoz de EH Bildu, Marian Beitialarrangoitia. Después de ella, lo ha hecho el representante de ERC, Joan Capdevila, quien ha lamentado que este martes "se pondría a prueba la inteligencia política del Congreso", según dicen las fuentes. Acto seguido ha ido Ciudadanos, con Juan Carlos Girauta, quien ha avivado la confrontación entre los grupos de la cámara, y ha provocado la pelea dialéctica con el líder de En Comú Podem, Xavier Domènech, quien ha hablado en representación de todo el grupo parlamentario plurinacional formado por En Marea y Unidos Podemos.

Según fuentes parlamentarias han explicado a El Nacional, Girauta habría expuesto que cuando un diputado comete un delito, como fuera uno de "tipo sexual", no puede tener "impunidad". El portavoz de la formación naranja quería aludir así que la "inmunidad" de los parlamentarios que viene garantizada por el aforo que les impide ser juzgados, sólo se aplicaba a trabajos y expresiones hechas durante el ejercicio en el Congreso. Es decir "que la inmunidad, no es impunidad". Domènech ha respondido molesto, diciendo que no se podría comparar poner las urnas con los delitos de índole sexual.

Pero si hay un elemento que duele manifiestamente a Homs es el voto a favor del PSOE, como también habían recordado Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras, o el expresidente Artur Mas por la tarde. La cuestión es que la decisión de los diputados socialistas era determinante para el suplicatorio porque hace falta mayoría absoluta para sacarlo adelante. Mas decía que era un "acto flagrante de injusticia", que fuera "digno" a ojos de estos hacer presidente a Mariano Rajoy pero no "escuchar a las urnas". Así las cosas, fuentes parlamentarias han dicho a este diario que no estaba presente Meritxell Batet, única ausente por el lado del PSC.

Así y todo, el PP y Ciudadanos no presentaron duda de su voto a favor de autorizar el Supremo para investigar a Homs. El argumento de C's es que ellos no tienen que juzgar los hechos, como tampoco impedir que la justicia lo haga. La votación también era a puerta cerrada, de manera que la repartición de votos es estimada, en función de lo que los mismos grupos habían comentado.

Comunicar la decisión

Después de que el pleno haya avalado que se saque el fuero parlamentario a Homs, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, tendrá un plazo de ocho días para comunicar la decisión al presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes. A partir de aquí, el Supremo puede investigar al diputado. Según el instructor del Supremo, Andrés Palomo, el ex conseller podría haber incurrido en delitos de desobediencia y de prevaricación con la organización de la consulta soberanista y por la cual podría ser condenado apenas de inhabilitación por empleo o cargo público.

El mismo Homs había asegurado este lunes que ya tiene previsto qué hará en caso de que el Supremo lo inhabilite, pero no ha dado detalles. Así las cosas, fuentes del PDECat defienden que la existencia del fuero tiene una razón de ser en el siglo XXI y es la posibilidad de dar margen a los legisladores de hacer política cuando la democracia conlleva en puntos de tensión con la ley, como piensan habría sido el caso del 9-N y el soberanismo.