El marido de Esperanza Aguirre, Fernando Ramírez de Haro, finalmente ha sido condenado por la venta del cuadro de Goya de su familia en 2012. El noble español —Ramírez de Haro es el conde de Bornos— deberá pagar por orden judicial 853.732,83 euros a su hermano, al considerar el juez que vendió el cuadro sin dar a sus hermanos la parte que les correspondía. Según recoge la sentencia, avanzada por eldiario.es, el Goya pertenecía a la herencia de su padre, fallecido en 2010. Fernando Ramírez del Haro lo vendió al empresario de la construcción Juan Miguel Villar Mir por 5,8 millones de euros a través de la mediación de Sotheby’s. Se comprometió a repartir las ganancias, pero el dinero nunca llegó.
El cuadro de Goya es una retrato de Valentín Bellvís de Moncada Pizarro, quien fue también conde de Bornos en el siglo XIX, pintado por el maestro aragonés entre 1795 y 1800. La pieza estaba custodiada en el palacete de Madrid en el que viven Ramírez de Haro y Esperanza Aguirre. Pese a ser de Francisco de Goya, no había sido catalogada como bien de interés cultural por las autoridades gubernamentales y se consideraba una pintura inédita. De hecho, la obra fue considerada por los comisarios de la National Gallery de Londres como uno de los "mejores retratos de Goya que había estado oculto a la luz pública".
El marido de la expresidenta madrileña decidió vender dicha herencia familiar en 2012 presionado por las deudas y acordó por escrito dar la parte que les correspondía a sus hermanos cuando su situación económica mejorara. Sin embargo, no ha ocurrido, y su hermano Íñigo Ramírez de Haro lo llevó a los tribunales. Primero, por la vía penal, sin éxito. Al tratarse de un acuerdo entre hermanos, los jueces concluyeron que no hubo delito. Además, la Audiencia de Madrid determinó que a pesar de que se había producido una donación encubierta, no había suficientes elementos para seguir adelante con el caso. La Fiscalía no quiso acusarlo por fraude fiscal.
El juez da la razón a su hermano Íñigo
Sin embargo, su hermano le demandó por la vía civil y ahora el juzgado de primera instancia le ha dado la razón al denunciante en lo que respecta a la obligación de pagarle su parte. "La ausencia de establecimiento de un plazo temporal y de los medios de acreditación de la disponibilidad económica no impide la exigibilidad de la deuda al considerarse que ha transcurrido un tiempo prudencial que no admite más dilaciones en el cumplimiento de lo acordado", reza la sentencia, fechada el 14 de noviembre. El juez señala que Fernando Ramírez de Haro está legalmente vinculado a pagar unos 850.000 euros a cada uno de sus hermanos y a su sobrina por la venta del cuadro. Además, a esa cantidad el tribunal señala que deberán sumársele intereses y las costas procesales, lo que elevará la factura a cerca del millón de euros.
La defensa del conde de Bornos sostenía que el documento por escrito en el que se comprometía a dar el dinero a sus hermanos era tan solo "una mera declaración de intenciones sin efectos obligatorios e ineficaz judicialmente". Un argumento que la Justicia ha rechazado al considerar que el texto esgrime una "verdadera voluntad", "patente y manifiesta", de entregar el dinero que corresponde a sus hermanos. También se han rechazado otros argumentos de la defensa, como que el cuadro de Goya fuese una herencia exclusiva de Fernando como hijo primogénito o que el hecho de haber renunciado a la herencia de su madre pudiera compensar la deuda, según recoge el citado diario.