Cerca de un centenar de personas se han concentrado este miércoles por la mañana a las puertas del Ayuntamiento de Reus para dar apoyo a los dos concejales de la CUP, Oriol Ciurana y Marta Llorens, sobre los cuales se ha decretado una orden de detención por el caso 1 de octubre. Recibos entre aplausos y abrazos, Ciurana y Llorens han afirmado, con mucha tranquilidad, que ellos seguirán haciendo vida normal en el consistorio y que no se arrepienten de nada.

Los dos ediles cupaires se han negado a comparecer dos veces ante juez para declarar sobre el delito de odio que se les imputa -junto con otros concejales y el alcalde Carles Pellicer-, por el manifiesto que leyeron contra las cargas policiales del 1-O.

En esta misma causa también se incluyen los escarnios durante unas manifestaciones en contra de la policía española, alojada en el Hotel Gaudí. "Y la represión sigue; estamos encausadas por hacer uso de la libertad de expresión y a manifestarnos, pero lo volveríamos a hacer y lo repetiríamos las veces que sea necesario", ha dicho Llorens.