Los comuns no han encajado muy bien las declaraciones que el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, hizo sobre el president en el exilio, Carles Puigdemont, al comparar su situación con la de los exiliados republicanos durante el franquismo.

En una entrevista en el programa Salvados de la Sexta, Iglesias aseguró que no "comparte en ningún caso" sus objetivos, pero que, si está en Bruselas, no es por "haber robado a nadie o para intentar enriquecerse, sino por llevar sus ideas políticas a un extremo erróneo".

El portavoz de la formación, Joan Mena, ha evitado pronunciarse en la misma línea que el líder de Unidas Podemos y ha asegurado que "no es momento de alimentar polémicas interesadas por la derecha mediática". Precisamente, las tres derechas, pero también el PSOE, han cargado contra Iglesias por estas declaraciones.

Más allá de la equidistancia del portavoz, otros históricos dirigentes de este espacio han optado directamente por criticar también la comparación de Iglesias. Es el caso de Joan Coscubiela, que ha acusado a Iglesias de "romper el vínculo emocional" de Podemos "con su gente". "No es una anécdota ni la primera vez. Llueve sobre mojado", le ha reprochado.

La politóloga e historiadora Paola Lo Cascio, vinculada también al espacio de los comuns, ha asegurado que "Iglesias con esto se equivoca mucho". También lo ha instado a retractarse: "Y cuando uno se equivoca, rectifica".

Es bastante significante también el silencio sobre esta cuestión que, hasta ahora, han mantenido las principales caras visibles de CECP para las elecciones catalanas. Ni la número uno, Jéssica Albiach, ni su número dos, Juan Carlos Gallego, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han ratificado las palabras de su líder estatal, a quien muestran un apoyo sin fisuras en la mayoría de temas de actualidad.