Catalunya Comú-Podem ha registrado una propuesta de resolución en el Parlament para instar al Govern a prohibir la venta y la distribución de material de plástico de un solo uso. El documento pide que se veten a partir del 1 de enero de 2020 platos, cubiertos, vasos, tazas y bandejas de este estilo; los productos que contengan o produzcan microplásticos y nanoplásticos; y las versiones no recargables de mecheros, máquinas de afeitar y cartuchos y tóneres no reciclables.

A opinión de los comunes, el Parlament tendría que instar al Govern a prohibir también la venta de cápsulas de café de un solo uso fabricadas con materiales no reciclables orgánicamente o mecánicamente, y a permitir que se comercialicen sólo las pajitas para bebidas, los bastoncillos para las orejas y los bastoncillos de los caramelos que sean fabricados con materiales compostables.

De hecho, en un marco general, el texto de los comunes, al que ha tenido acceso el ACN, busca "favorecer el reciclaje y el uso de material compostable en la producción de envases y utensilios de un solo uso". Y el último de los puntos de la propuesta de resolución insta a impulsar las medidas necesarias para reducir "de manera sustancial" la comercialización de alimentos envasados en bandejas de poliestireno y en embalajes de plástico.

Inspirado en la proposición del Congreso

La propuesta de resolución que han registrado los comunes en el Parlament se inspira en una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados que promovió Units Podem y que, consensuado con PSOE y Cs, se aprobó a la comisión de Medio Ambiente del Congreso con los votos de todos los grupos menos el PP.

Entre otros puntos, en el texto estatal, que se validó hace pocos días, se instaba el gobierno español a impulsar modificaciones legislativas para prohibir el uso, la comercialización, la importación y la exportación de utensilios como platos, vasos, copas, tazas, cubiertos y pajitas de un solo uso, íntegramente fabricados en cualquier variedad de plástico". El texto aprobado en comisión en el Congreso también instaba a establecer que estos productos tendrían que ser fabricados al menos en un 50% con sustancias biodegradables de materias orgánicos en el 2020, y a partir del 2025, en un 60%.

La propuesta de los comunes en Catalunya sigue las iniciativas ya impulsadas en las Baleares o en la Comunidad Valenciana, donde sus gobiernos han impulsado legislaciones con el fin de prohibir estos materiales no reciclables a partir del 2020.