Los presupuestos del 2024 están lejos de aprobarse o al menos, de tener el apoyo de los comuns. Este ha sido el mensaje que ha transmitido su líder, Jéssica Albiach, desde el Parlament este martes. El Govern está negociando las cuentas del próximo año con esta formación, pero también con el PSC, Junts y la CUP, pero de momento no se ha materializado ningún pacto y Albiach ha alejado ninguna posibilidad de acuerdo antes de que acabe este mes de febrero, hecho que retrasa todavía más una posible aprobación de las cuentas en la cámara catalana. Con todo, preguntada por si su partido tiene una fecha límite para los presupuestos de este año, Albiach lo negado: "Pensamos que es positivo que Catalunya los tenga. Si desde el 2017 los hemos aprobado tres veces ha sido gracias a nosotros, pero nuestra voluntad no es un cheque en blanco", ha advertido.

"A mí me preocupa que Catalunya tenga unos presupuestos cuanto antes mejor, pero el Govern no da respuesta a las reclamaciones que les estamos presentado", ha lamentado Albiach que siempre se ha mostrado dispuesta a volver a pactar las cuentas con el Ejecutivo, como ha hecho durante toda la legislatura de Aragonès. Estas reclamaciones ignoradas que subraya la líder de los comunes pasan por medidas en salud, educación o vivienda: "Nosotros estamos pidiendo lo mismo de lo que hace dos meses pero el Govern no nos da respuesta. Queremos establecer un calendario por los incumplimientos de los presupuestos del 2023 y parar las infraestructuras que hipotecan el futuro del país. Más claros no podemos ser", ha insistido Albiach, en referencia al Hard Rock, que complica el acuerdo entre el Govern, los comunes y el PSC que permitió la aprobación de las cuentas del 2023. También sobre este proyecto, desde los comunes se quejan de que el Ejecutivo no haya sido claro sobre su acción de gobierno ni se hayan posicionado al respecto cuando "podríamos entrar en un escenario distópico en el cual nos traen agua en barco y se impulsan este tipo de obras".

Los presupuestos generales y el ayuntamiento, en el margen, según Albiach

Con la ley de amnistía congelada al Congreso, hecho que a su vez provoca un retraso de la negociación de los presupuestos generales del Estado para los que el Gobierno de PSOE y Sumar necesita de nuevo el apoyo de todas las formaciones políticas, Albiach ha negado que eso tenga efectos, al menos por su parte en la negociación de las cuentas catalanas: "Desde En Comú Podem no mezclamos carpetas ni hacemos intercambios de cromos", ha asegurado la diputada, que también ha descartado interferencias de la negociación por la entrada -o no- de los comunes y ERC en el gobierno municipal de Jaume Collboni que se está negociando. Con todo, en 2021, su apoyo a los presupuestos de la Generalitat se concretó después de que ERC accediera a votar a favor los de Ada Colau en el ayuntamiento de Barcelona.

La CUP constata un intercambio de cromos

Por todo ello, desde la CUP ven la negociación de las cuentas desde otro punto de vista, convencidas de que esta se está convirtiendo, precisamente, en un intercambio de cromos entre el resto de formaciones políticas del cual están al margen: "Forman parte de un intercambio de cromos que se juega en diferentes mesas y que los relega a la última prioridad política por detrás de la estabilidad del Gobierno o del ayuntamiento de Barcelona", ha recriminado el portavoz cupaire a Xavier Pellicer también desde el Parlament. 

En este sentido, también ha criticado que a día 13 de febrero el Ejecutivo de Aragonès no haya presentado todavía su proyecto. "Creemos que hace falta actuar con responsabilidad y poner por delante las necesidades de la gente en ámbitos como salud o vivienda", ha insistido Pellicer, reclamando al Govern que posicione sobre proyectos como el Cuarto Cinturón o el mismo Hard Rock. En este sentido, también ha recordado que su partido, que este año si que ha entrado en las negociaciones, ha presentado un marco de mínimos en este tipo de políticas, pero todavía no han recibido respuesta. Aun así, y aunque el Govern siga negociando con el PSC que defiende infraestructuras incompatibles con sus reclamaciones, Pellicer ha asegurado que la CUP no abandonará las conversaciones: "El país tiene unas necesidades y este año es una oportunidad para poner en el centro todo lo que se ha alejado hasta el momento. Tenemos el deber de ir insistiendo", ha resuelto.