La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, abandera la oposición a la ampliación del aeropuerto del Prat —con la incomodidad de su socio en el ayuntamiento, el PSC de Jaume Collboni— acordada la semana pasada por los gobiernos catalán y español que permitirán una inversión por parte de Aena de 1.700 millones de euros, y considera que el proyecto para engrandecer las instalaciones aeroportuarias —del que apenas han trascendido concreciones— no es más que un “aeropuerto de unicornios”.

En un artículo publicado este lunes en el diario El País y titulado precisamente así, ‘Un aeropuerto de unicornios’, la alcaldesa critica que el acuerdo se cerrara “en secreto, en pleno mes de agosto y de espaldas a la ciudadanía” y que, de momento, “las únicas certezas” del acuerdo son “que implica destruir la zona protegida de la Ricarda, aumentar vuelos y sumar 20 millones de pasajeros, elevando las emisiones”.

En su texto, Colau asegura que la ampliación no interesa “a la mayoría de la ciudadanía de Catalunya” y recuerda que el ayuntamiento tiene el compromiso de reducir las emisiones “en un 50% las emisiones para el año 2030” y que según la Agencia de Salud Pública de Barcelona se cifra “en 1.000 muertes anuales las que se producen por la contaminación”.

"Negacionismo climático"

Por todo ello, Colau acusa a Aena de ejercer el “negacionismo climático” y acusa a su presidente, Maurici Lucena y a los gobiernos de Catalunya y España de repetir la misma “mentira: dicen que la ampliación permitirá reducir emisiones, hacer el aeropuerto 'más verde de Europa'”. Colau resume ese posicionamiento considerando que, en conjunto, se plantea un “aeropuerto de unicornios”.

“Señores defensores de la ampliación, yo solo les pido que no nos traten de tontos”, continúa el artículo, que plantea que el resultado de la ampliación sería únicamente, a su juicio, aumentar emisiones. A ello añade que la ampliación solo beneficiaría a una determinada economía, la de “las empresas y fondos que constituyen la mitad privada de la sociedad público-privada que es Aena, y que buscan el máximo beneficio a corto plazo”, ya que “lo único seguro es que aumentaría el turismo, y por lo tanto el trabajo temporal y precario, y nuestra vulnerabilidad al depender aún más de que la riqueza nos llegue de fuera”.

Por todo ello, y siempre según el artículo que Colau publica en El País, la alcaldesa considera que Aena representa “la economía del pasado, un modelo depredador, insostenible y que genera desigualdad” y antepone, como alternativa, “invertir en Rodalies, en el corredor ferroviario del Mediterráneo y en sustituir todos los vuelos de corta distancia por trenes de alta velocidad”.

 

Imagen principal: Ada Colau en una fotografía de archivo / Montse Giralt