El Ayuntamiento de Barcelona ni investiga ni investigará el intento de asalto al consistorio durante el transcurso de una manifestación españolista el domingo pasado. Según fuentes municipales, aquel día se hizo un informe de qué había pasado y se produjeron una serie de identificaciones que "no irán más allá". Ni se aclarará la tentativa de entrar en el Ayuntamiento ni se resolverá la presunta agresión a un guardia urbano —él mismo asegura que cayó—. Sólo si alguno de los grupos municipales lo denunciara o si algún juez decidiera actuar, la investigación avanzaría. De momento eso no ha pasado, a pesar de que ayer todos los grupos municipales, en una junta de portavoces extraordinaria, acordaron aclarar los hechos y rebajar la tensión, sólo el PDeCAT se mostró molesto con el gobierno municipal porque no había recibido ningún informe sobre lo que sucedió.

Aunque el Ayuntamiento asegura que hubo identificaciones, fuentes próximas al cuerpo policial municipal afirman que no se identificó a nadie, ni aquel día, ni los días posteriores.

El domingo pasado un grupo de españolistas exaltados intentaron irrumpir en el Ayuntamiento de Barcelona mientras la Guardia Urbana restituía el lazo amarillo de la fachada, que había quedado estropeado por el viento. Ante la tensión generada por la presencia del símbolo, los agentes de la policía municipal decidieron retirar el lazo durante "10 minutos". Gerardo Pisarello aseguró que "sólo" estuvo descolgado durante este tiempo y que se ordenó colocarlo inmediatamente. Durante los disturbios un agente de la Guardia Urbana se cayó al suelo.

La manifestación la había organizado la plataforma unionista Tabarnia contra la "discriminación de una parte de los catalanes" y para pedir al president de la Generalitat, Quim Torra, que "no gobierne para el 47% de los catalanes"