La alcaldesa de Barcelona y candidata a la reelección, Ada Colau, ha propuesto este lunes reconvertir una de cada tres calles del Eixample en un eje verde; combatir la contaminación en los entornos de las escuelas más afectados, y promover medidas para evitar que la Diagonal, la Gran Via y la Meridiana sean autopistas urbanas.

Son sus "propuestas de la revolución verde del urbanismo" que requiere Barcelona, que necesita una revolución equiparable a la que supuso el plan del Eixample de Ildefons Cerdà, ha dicho Colau en la conferencia 'Barcelona futura. Del gris al verde', en el Espai Francesca Bonnemaison.

"Cerdà derribó las murallas medievales físicas. A nosotros nos tocan las murallas invisibles de la contaminación", y ha abogado por un cambio radical del modelo de ciudad --en su movilidad, la transición energética, el modelo económico y el urbanismo verde--, y avisa de que Barcelona está en peligro si no se actúa contra la contaminación.

Ha apostado por culminar la pacificación de Ciutat Vella --incluyendo la Via Laietana y las vías que delimitan el distrito-- en un proceso que debe expandirse a todo el Eixample, que es una "malla de autopistas", en la que quiere convertir en eje verde las calles Rosselló, Provença, Consell de Cent, Ausiàs Marc, Rocafort, Casanova, Girona y Sicília, y que se sumen a los que ya lo son.

En los cruces de estas calles se ganaría una nueva plaza pública de las dimensiones de la plaza del Sol de Gràcia: "Imaginad lo bonito que puede ser. Sacar coches para ganar plazas y ganar vías verdes", ha dicho Colau, que ha defendido iniciativas promovidas en este mandato, como las 'supermanzanas'.

También quiere actuar en la Meridiana --reformarla hasta Fabra i Puig en el próximo mandato, tras las primeras actuaciones desde Glòries en este mandato--; sacar coches de la Diagonal --algo que ya prevé con la conexión del tranvía-- y en la Gran Via, sobre la que ha propuesto abrir un proceso participativo, eliminar el tráfico en el lateral del lado mar y doblar el carril bus.

Si vuelve a ganar las elecciones, promete actuar en 100 escuelas para mejorar la contaminación de sus entornos, reduciendo el tráfico --"¿qué es más importante: que pasen coches o que los niños puedan crecer con un buen desarrollo cognitivo?"--, y ha apostado por alcanzar las 400 en 2030 --de las 734 que hay en la ciudad, el 20% de ellas en entornos con mucha contaminación--.

"Ganaremos espacio público, verde donde ahora sólo hay coches y gris", ha proclamado la alcaldesa, que ha pedido también recuperar inversiones para mejorar Rodalies; aumentar los carriles bus, y construir grandes aparcamientos a las entradas de la ciudad para que quienes llegan desde fuera puedan dejar el coche y usar el transporte público.

Ha defendido que la ciudad sea más verde para que sea más saludable y ha recordado que cada año mueren unas 350 personas en Barcelona por culpa de la contaminación: "La situación es dramática" y la ciudad es poco saludable y tiene un mal equilibrio ecológico, según ella.

Colau ha remarcado que está cambiando la visión de la sociedad y se está concienciando --ha resaltado la figura de la joven activista Greta Thunberg--, y ha hecho símil con el agua: así como los ciudadanos no aceptarían beber agua marrón y no potable, no deben aceptar respirar "aire no potable".

Ha destacado que los niños son el futuro de la ciudad, por lo que ésta debe adaptarse a sus necesidades, y ha resaltado que uno de los momentos más emotivos de este mandato fue cuando entregó el premio Ciutat de Barcelona al periodista ya fallecido Carles Capdevila, especializado en este ámbito.