Garantizar la "neutralidad" de los edificios y espacios públicos. Este es el mantra de Ciudadanos desde hace unos meses y lo exigen todo el día. Lo que piden, sin embargo, aunque digan "neutralidad", es eliminar las estelades y la simbología para los presos de los espacios públicos y no que no haya símbolos de ningún tipo.

El partido liderado por Inés Arrimadas lo que pide, ya sea a través de una proposición de ley o exigiéndolo desde el atril del Parlament y en ruedas de prensa, es regular la presencia exclusiva de los símbolos oficiales "que representan a todo el mundo". Es decir, en su definición de "neutralidad" sí que estarían bien vistas las banderas españolas ―al representar a todos los españoles― pero no las estelades. Además, no se refieren sólo a los edificios públicos sino que la definición de espacio público que hacen incluye "calles, plazas, puentes, parques, jardines, fuentes, lagos, playas o el mobiliario urbano en general".

El relato, sin embargo, cae por su propio peso. La supuesta "neutralidad" que exige el partido naranja a los partidos independentistas no se la aplican a ellos mismos. Los cinco casos que relatamos a continuación así lo constatan:

1. Pancartas por los presos políticos (de Venezuela)

Arrimadas plantó en una reunión al president de la Generalitat, Quim Torra, porque en el balcón del Palau de la Generalitat había una pancarta por los presos políticos y un lazo amarillo. Según Arrimadas, estas pancartas hacían que no se sintiera invitada al edificio porque no era "la Generalitat de todos".

La situación contrasta con la de la Comunidad de Madrid, donde gobierna el PP con el apoyo de Cs. En 2016 la entonces presidenta de la comunidad Cristina Cifuentes colgó de la fachada de la sede del gobierno madrileño dos pancartas que pedían la libertad del opositor venezolano Leopoldo López. Así se encargó de reprochárselo esta semana en el Parlament el diputado republicano Gerard Gómez del Moral en una intervención en el pleno.

Además, este caso no ha sido el único en el que se han colgado pancartas controvertidas desde este edificio situado en el centro de Madrid. En 2017 se colgó una para recordar el 20º aniversario de la muerte del concejal popular Miguel Ángel Blanco en manos de ETA. Más recientemente, otra para felicitar al Real Madrid por su victoria ante el Sevilla en la final de la Supercopa de Europa.

2. ¿Playas "neutrales"?

Ciudadanos también se ha pasado el verano arrancando lazos amarillos y pidiendo unas playas "para todos". Esta "neutralidad" de símbolos partidistas que piden, sin embargo, no ha impedido que el partido, a través de la plataforma España Ciudadana, se haya dedicado a sobrevolar con una avioneta el litoral catalán con una pancarta en la que animaba a los bañistas a sacar lazos amarillos. "Las playas son de todos", lucía la pancarta.

3. Fiestas "no politizadas"

El pasado 23 de abril, Diada de Sant Jordi, Arrimadas pidió que fuera un "día apolítico" y "de todos los catalanes" y exigió al resto de partidos que no intentaran "patrimonializarla". A pesar de eso, el su partido no se privó de montar una carpa donde regalaban globos con el logo y pegatinas con el corazón de Ciudadanos a todos los que se acercaban. La rosa que llevaba Arrimadas en la mano, como no podía ser de otra manera, era naranja, el color del partido.

4. El lazo no, el corazón sí

El pasado mes de mayo el portavoz de Cs, Carlos Carrizosa, protagonizó un numerito cuando sacó un lazo amarillo de la bancada del Govern diciendo que "no representa a nadie". Aunque Cs está en contra de los símbolos partidistas en las instituciones, no tienen ningún problema en mostrar los suyos. Como el corazón con las tres banderas que Arrimadas ha mostrado en algún pleno, o la bandera española que exhibió en el pleno de esta pasada semana, a pesar de rechazar los nacionalismos.

Inés Arrimadas corazón|coro ciudadanos Parlamento - ACN

FOTO: ACN

Ines Arrimadas CIutadans Bandera española Sergi Alcazar48

FOTO: Sergi Alcàzar

5. Globos en los colegios

Finalmente, aunque Ciudadanos defiende que los niños tienen que estar aislados de las polémicas políticas y acusan a la escuela catalana de adoctrinar a los niños, en la campaña electoral del 21-D, el partido de Arrimadas colocó un stand ante una escuela de Pont de Vilomara, en el Bages, y repartió globos del partido entre los niños.