César Puig, ex secretario general de Interior, el cargo inmediatamente por debajo del conseller en el organigrama del Departament d'Interior, ha cerrado el turno de las declaraciones del juicio en la Audiencia Nacional de la cúpula de los Mossos d'Esquadra.

Si Pere Soler tenía poca incidencia en la parte operativa del cuerpo, ha quedado patente que la influencia de Puig todavía era menor. El ex secretario general ha dicho nada más empezar el interrogatorio del fiscal Pedro Rubira que no respondió a ninguno de los correos que recibió previos al 1-O porque "no tenía nada que aportar". "Opinar se puede opinar, pero no tenía nada que aportar", ha añadido.

Todo el relato de César Puig ha ido encaminado a explicar sus funciones, que básicamente eran ejecutivas y de asignación de medios para poder pagar todos los recursos, como las horas extras de los agentes en operativos especiales o la activación de vehículos de refuerzo y helicópteros, por ejemplo. Ha negado que tramara alguna estrategia con el conseller Quim Forn para sacar adelante el referéndum con la connivencia de los Mossos.

En este sentido, Puig ha sido contundente: "De la Conselleria d'Interior no se utilizó ni un euro para defender el referéndum".

Sobre los preparativos del referéndum del 1-O, César Puig ha explicado que "el primer problema era poder satisfacer todas las horas necesarias" que tenían que hacer los agentes. Se tenían que encontrar entre 4 o 5 millones de euros. También se tuvo que buscar la manera de ampliar la flota de vehículos: "Tuve que hacer una aportación de emergencia para entre 60 y 70 vehículos y una contratación de emergencia del helicóptero para el día 1-O".

La exigencia de Junqueras

Para explicar por qué informaba a Vicepresidència de las acciones de Mossos, César Puig ha revelado que "Junqueras se quejó a Jané de que se enteraba de las actuaciones de los Mossos por la prensa" e insistió en que "no le parecía oportuno". Por este motivo, el conseller de Interior Jordi Jané decidió que siempre se comunicarían los dispositivos a Vicepresidència cuando ya estuvieran en marcha para que tuviera conocimiento, pero nunca antes por seguridad.

 

 

Puig ha sido el último en declarar y el que ha ido más rápido. Una hora de interrogatorio frente a las 11 horas repartidas en 3 días que estuvo compareciendo el major Josep Lluís Trapero. Con su declaración se ha cerrado el turno de los acusados y el lunes empiezan los testigos. El primero, Diego Pérez de los Cobos.