El pasado martes 25 de julio la justicia informó a Dani Gallardo de que tenía 10 días para entrar en la prisión de forma voluntaria después de ser condenado a 4 años por participar en las protestas contra la sentencia del 1-O en Madrid. Este lunes, como acto de respuesta a esta ordenanza, centenares de personas se han concentrado en las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), en el paseo Lluís Companys de Barcelona. Entre los asistentes, políticos independentistas de primera línea y activistas independentistas que han querido alzar la voz contra esta sentencia. Entre los convocantes estaban Via Independència, la ANC, Colectivu Ara, Òmnium o Desobediència Civil, que han hecho parlamentos. A la convocatoria han asistido políticos como la presidenta de Junts, Laura Borràs, la cabeza de lista de la CUP al Parlament, Dolors Sabater o Lluís Llach.

En los discursos que se han pronunciado durante el acto, los portavoces han destacado "el sentimiento de olvido" en que se encuentra Gallardo por parte de la sociedad y la clase política después de ser condenado. Se remarca que se lo ha criticado por "no haber hecho nada" y se insiste en la necesidad de no dejar "ningún represaliado solo". Además, han expresado las demandas de absolución y la determinación no dar "ni un paso atrás". Gallardo es la primera persona que entrará en la prisión por el 1-O después de los presos políticos.

El caso Dani Gallardo

El pasado martes 25 de julio, el juez que instruye el caso de Dani Gallardo estableció un plazo de diez días para que el activista se presente voluntariamente en la prisión para cumplir la condena de cuatro años impuesta por el Tribunal Supremo. La sentencia se dictó en relación con su participación en las manifestaciones en Madrid en el 2019, que protestaban contra la sentencia contra los líderes independentistas. El grupo de apoyo al activista emitió la semana pasada un comunicado en el que expresa su solidaridad con Gallardo y recuerda que, aunque el Tribunal Supremo estimó parcialmente su recurso de casación, reduciendo la condena inicial, eso no le evita ingresar en un centro penitenciario. Los compañeros de Gallardo afirmaron que su determinación "es firme" y que no renunciarán ante el "Estado fascista español". Aseguran que seguirán luchando "desde dondequiera que les lleve el camino de la represión".

Gallardo ya pasó un año en prisión preventiva antes de que el Tribunal Supremo lo condenara a 4 años de prisión. La sentencia se basa en su participación en delitos de desórdenes públicos y atentados contra agentes de la autoridad durante las manifestaciones de 2019 contra la sentencia del 1-O en Madrid. Sin embargo, el colectivo Assemblea de Represaliades i Activistes ha señalado que este caso no es una excepción, y que todavía hay 4.500 personas que se enfrentan a represalias por haber tomado parte en acciones en favor de la independencia.