Catalunya se ha colado en el debate en comisión que ha celebrado hoy el Parlamento europeo sobre el establecimiento de posibles sanciones a Polonia, hasta el punto de que ha obligado al vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, a pronunciarse.

A finales de julio la Comisión Europea envió una serie de recomendaciones a las autoridades polacas e inició un proceso de infracción en el Estado miembro, porque considera que su legislación es "incompatible" con las leyes de la UE. Entre las recomendaciones está la preocupación de la Comisión por la reforma judicial polaca y un aviso sobre "la amenaza sistémica" para el Estado de derecho que suponen los cambios en el Tribunal Constitucional del país, cambios que según el vicepresidente de la CE ponen en duda su independencia. "Todavía esperamos que podamos iniciar un diálogo", ha advertido Timmermans a Polonia.

Pero el debate no ha sido tan lineal. La diputada del partido flamenco N-VA Helga Stevens ha preguntado a Timmermans por qué no utiliza la misma vara de medir que utiliza para Polonia también para España, después de lo que ha sucedido en Catalunya.

Timmermans ha pedido este no "distraer" con Catalunya un debate centrado en el Estado de derecho en Polonia. "Obviamente estoy dispuesto a tener un debate sobre Catalunya o Malta", ha dicho remarcando que la Comisión Europea no discrimina y que no tiene un "color" en términos políticos. "Si hay tema lo discutiremos, ya lo hice en el plenario y lo volveré a hacer si hace falta pero por favor no nos desviemos del tema que nos corresponde", ha matizado. Ha reiterado que en el debate que se hizo hace semanas en el europarlamento, después de la represión policial del 1 de Octubre, dijo "muy claramente que la violencia no es nunca la respuesta y lo sigo repitiendo: la violencia no traerá una solución".