La "cuestión catalana" o el órdago independentista, según se utilice el argot tercerista o españolista, no preocupa tanto a la prensa de Madrid este domingo. Dos días antes de que la Diada de nuestras vidas se haga efectiva –en el argot indepe-, apenas si hay rastro de la cosa en las primeras impresas y digitales de allí. A la derecha, El Mundo, La Razón y ABC marcan el paso con la misma música: el gobierno de Pedro Sánchez es un desgobierno, ¡elecciones ya! Las tres portadas juntas parecen una manifestación.

La letra es diferente, sin embargo. ABC titula "El gobierno suspende". El tabloide monárquico elige hacer una encuesta para evaluar a Pedro Sánchez. Es un método que sirve tanto para tomar el pulso a la sociedad como –y este es el caso– para decir lo que  quieres decir sin que puedan culparte por el sesgo. Siempre tienes la excusa que la encuestadora no lo hizo bien, etcétera. A la hora de publicar esta pieza, la web de ABC no ofrece las preguntas de la encuesta ni su ficha técnica.

COMBO domingo 20180909

Catalunya no es tema pero el marcaje todavía es al hombre. Así, se destaca que "Los votantes del PSOE rechazan un referéndum en Catalunya. Siete de cada diez españoles desaprueban la relación con Torra". E come si fa? ¿Que no hablen más, que no haya más "diálogo"? ¿Que el Parlament vote a un president con una conversación más agradable para "los españoles" o cómo hacemos?

Ni el editorial (Ni rastro del «gobierno bonito») ni la pieza de opinión que acompañan dejan margen a la imaginación. Esta se titula "Un gobierno demacrado" y pregunta: "¿cuánto tiempo está dispuesto a aguantar el presidente [...] antes de convocar elecciones? O mejor: ¿cuánto tiempo podrá aguantar"?, y acaba: "Sánchez escucha, el mensaje de la encuesta [...] es nítido: urnas". Eso, una mani en asonante: ¡Sánchez! / ¡Escucha! / ¡La_encuesta pide urna!

El editorial todavía es más bestia. Acaba así: "Mientras la exhumación de los restos de Franco y la medalla de Billy el Niño sean las prioridades del consorcio Sánchez-Iglesias, la inmensa mayoría de los ciudadanos se sentirán progresiva y aceleradamente críticos con el gobierno socialista". Seguro que no quieren decir que los españoles están cómodos con el cadáver del dictador en aquel mausoleo y las condecoraciones pensionadas a un comisario torturador. Seguro que no.

Periodismo de imaginación

La Razón dedica unos bajos a decir que Sánchez ha encargado encuestas para adelantar elecciones. La información no tiene más apoyo que unas "fuentes gubernamentales" anónimas y la imaginación de la redactora, que relaciona con mucha maña el adelanto y el hecho de que Sánchez celebre en Oviedo sus  primeros 100 días de presidente. Imaginación y maña. Dice que el gobierno español es inestable y cuando la realidad (el acuerdo con Podemos) lo desmiente, no vale porque Podemos "ha renunciado a sus exigencias" y, por tanto, no es el Podemos real. Pobre Pedro Sánchez, no le sale nada bien.

En cambio, vale la pena leer a Lucía Méndez en El Mundo. Explica que el gobierno español está "en maduración". La crónica se basa en hechos fehacientes, que se detallan en "Las 15 rectificaciones en 15 semanas de Pedro Sánchez" (la venta de armas a Arabia Saudí, la defensa de Llarena en Bélgica, etcétera). La gracia es que la anotación final es esta: "Sin [elecciones] generales a la vista", al contrario de lo que venden La Razón y ABC. ¿A El Mundo le gusta el gobierno de Pedro Sánchez? Claro que no. Bien claro lo deja el director en su artículo dominical. Es una simple muestra de la diferencia entre los diarios que trabajan con la imaginación (y maña) y los que lo hacen sobre los hechos.

El aviso de El País

El País se ocupa de Catalunya en el editorial. Con muchos aspavientos y solemnemente,  avisa a la Generalitat de que "tiene que garantizar el orden público de las movilizaciones que agita", en alusión a la Diada. Caramba. Precisamente los hechos tendrían que tranquilizar a esos editorialistas, por aquello de "manifestaciones de millón y pico de personas donde no se rompe ni una papelera", etcétera. También se hace extraño que se publique este editorial, digamos, preventivo, mientras que no ha dicho gran cosa sobre quienes convocan manifestaciones que empiezan, siguen y/o acaban en agresiones, incidentes y disturbios.

El resto del editorial contiene las tradicionales exageraciones (los indepes comparan el sistema del 78 "con las más feroces dictaduras") que acaban justificando las tradicionales exageraciones (comparar el independentismo con "ideologías que preconizaban la destrucción de la democracia", es decir nazis, comunistas...). Utiliza el mismo razonamiento para una cosa y su contraria. Es curioso cómo no se dan cuenta.

De aquí y de allí

Así que el "caso catalán" es este domingo un asunto estrictamente catalán: todas las portadas de Barcelona bailan esta música excepto La Vanguardia, que sigue la muy notable información que llevaba el sábado sobre el crítico momento de la sanidad pública.

El País abre portada con la candidatura de Carmena a la alcaldía de Madrid. En cambio, lleva pequeño que la fiscalía mantendrá la acusación de rebelión contra los líderes independentistas porque cree que hubo "insurrección violenta". Era lo previsto, ciertamente, pero se hace difícil dejar de (mal)pensar que los otros diarios de Madrid, de disponer de esta exclusiva, la habrían plantado en sus portadas como los marines la bandera americana en Iwo-Jima. A mediodía del domingo ya era la noticia principal en la web de El País, eso sí.

Pablo Casado declaró el sábado en Barcelona que hay que aplicar un 155 más duro todavía, etcétera, a la vez que reprochaba a Rivera que "ponga en riesgo la convivencia" y a Sánchez que quiera "disolver España". Así pinta al PP y a su líder la prensa madrileña. ¿Toda? No. En eldiario.es explican la cara B: Rajoy y sus ministros desaparecen del mapa: ni entrevistas ni redes sociales desde que perdieron el poder. Mira por dónde.

Alejo Vidal-Quadras enseña los tacos a Manuel Valls en una columna en VozPópuli. Después de tirar flores al francés y a Ciudadanos, levanta el dedo: "Valls no puede pastelear. Una campaña oscilando entre el orden constitucional y el independentismo, al estilo de Iceta, lo conduciría sin remisión al fracaso". Todo un aviso, forastero. Impresiona cómo AVQ festeja a Inés Arrimadas: "ese ciclón venido del Sur para barrer con su ímpetu insobornable las miasmas sulfúreas del supremacismo racista, excluyente y totalitario que hoy aherroja a la sociedad catalana con las cadenas de su fanatismo irracional y que está llevando a una Comunidad que era dinámica, abierta, innovadora y próspera a la parálisis, al aislamiento y a la ruina". ¡Miasmas sufúreas! Tremendo.

Branded Content. La Vanguardia dice que ALDE, la agrupación de los partidos liberales del Parlamento Europeo, está a punto de expulsar al PDeCAT, que hasta la llegada de Ciudadanos era la única representación del Estado español en ese grupo. Quizás sí. El caso es que no hay una sola fuente –ni anónima– que lo justifique y sí, en cambio, todo el argumentario usual de Ciudadanos sobre el caso.