En medio de la polémica por la manifestación del 11 de septiembre, el president Carles Puigdemont ha defendido que "si el objetivo es la independencia, la movilización es necesaria". Así lo ha dicho este miércoles en el vídeo del mensaje institucional por la Diada, marcado por la ofensiva de ERC contra la manifestación del Assemblea Nacional Catalana (ANC). Es decir, las referencias a los republicanos han sido continuadas: "Si el objetivo es vivir con el Estatut recortado por el Tribunal Constitucional, la movilización es un fastidio".

Puigdemont ha empezado el discurso con la reivindicación de la Diada de hace cinco años, "la última que celebramos en ausencia de represión y con una unidad política y ciudadana extraordinarias". Es decir, que desde entonces la unidad se ha perdido. También ha recordado que aquella manifestación del 11 de septiembre del 2017 fue la previa al referéndum, motivo por el cual "todos sabíamos el que nos jugábamos". Es por eso que ha subrayado la importancia de la manifestación: "Gracias a la movilización hemos hecho cosas que la política o las instituciones solas nunca habían podido hacer". Y aquí, nuevo dardo a ERC: "Eso no era hacer antipolítica ni era ir contra los partidos", en referencia al argumento utilizado para no asistir a la manifestación independentista de este año.

En esta línea, el president en el exilio ha insistido en resaltar que "nunca se ha hecho mejor política que cuando los partidos y las instituciones paran la oreja" a la ciudadanía. "Nunca un país puede ser tan fuerte como cuando puede priorizar un objetivo común ante las lógicas y lícitas diferencias ideológicas", ha añadido. A pesar de todo, los reproches han continuado. Justo después de recordar que Catalunya "continúa castigada por un déficit fiscal insostenible, por un incumplimiento sistemático de las inversiones y por un menosprecio generalizado a todo aquello que forma parte de nuestra identidad nacional", ha dicho lo siguiente: "Por más que nos esforcemos, por más que algunos rebajen la cabeza y les pongan alfombras rojas, el proyecto español para Catalunya solo es espolio, negación y represión".

Esta última frase se puede entender como una referencia implícita a la insistencia por la mesa de diálogo con el Gobierno. Acto seguido, la referencia ha pasado de implícita a explícita: "No hay futuro como catalanes dentro de España. Cinco años y ninguna propuesta. Lo repito para los que todavía duermen al sueño del diálogo". "No sobreviviremos porque un primer ministro español nos sonría mientras envía a sus sicarios a espiarnos y criminalizarnos. Sobreviviremos si les hacemos respeto y si nos hacemos respetar", ha dicho a modo de llamamiento para asistir a la manifestación independentista de este domingo 11 de septiembre.