La consellera de Justicia, Ester Capella, ha acusado al TSJC "de actuar de espaldas a la pandemia" y ha explicado que le envió una carta al presidente del alto tribunal, Jesús María Barrientos, para pedirle complicidad para esponjar las prisiones.

Según ha explicado Capella en el marco de una interpelación en el pleno del Parlament, Barrientos le respondió la carta "saliéndose por la tangente e ignorando la petición que se le hacía". En este sentido, ha lamentado que, a pesar del llamamiento, la fiscalía y el TSJC han actuado "ajenos a la crisis sanitaria". "El poder judicial ha dictado la misma proporción de prisiones preventivas y de medidas penales alternativas, como si no estuviéramos viviendo una pandemia", ha argumentado.

Concretamente, en la carta del abril pasado a la qué ha tenido acceso la ACN, Capella sugiere que se revise "la situación de las personas con prisión preventiva y a aquellas con condenas de corta duración, por la cual pudieran evolucionar a una situación de confinamiento domiciliario, y reducir así la carga y la complejidad de gestión en los centros penitenciarios".

En su carta de respuesta, Barrientos admite que sería una "acción efectiva" para paliar los efectos de la pandemia de la Covid-19 pero añade que "se trata de decisiones juridisdiccionales que se escapan absolutamente del ámbito de la competencia propia de esta Presidencia".

La actuación del Departamento

La consellera ha contrapuesto esta actitud con la gestión de su departamento que, según ha dicho, han reorganizado las prisiones para ser "cortafuegos" contra el virus. En este sentido, ha destacado que se ha potenciado la clasificación en tercer grado de internos con condiciones favorables para cumplir la condena en semilibertad y ha multiplicado por 5 durante el confinamiento la aplicación del artículo 86.4 que permite el confinamiento domiciliario de presos.

En este sentido, Capella ha defendido que el Govern ha actuado siguiendo los pronunciamientos de organismos internacionales como las Naciones Unidas y el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa, por tal prevenir el riesgo de propagación del coronavirus en los centros penitenciarios. Y ha añadido que una de las medidas más importantes para la prevención ha sido la reducción de la concentración de internas e internos en las prisiones.

1.000 personas podrían cumplir condena fuera de las prisiones

Capella ha defendido que hay "que "relegar" la privación de libertad a aspectos muy concretos y como "medida residual". Y en este sentido, ha dicho que hay unas 1.000 personas que podrían cumplir condena fuera de las prisiones. "Se tiene que abrir el sistema penal a la mediación, a la justicia restaurativa y a las medidas penales alternativas. La prisión, se tiene que abrir", ha defendido Capella.