El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha culpado este viernes al Gobierno de España y a Europa de "crear un caldo de cultivo del odio y la xenofobia" en la isla, al tiempo que ha mostrado el "hartazgo" del territorio insular ante la "nefasta política de migración".

Morales se ha expresado así durante una rueda de prensa que ha ofrecido debido a la "irresponsabilidad de ambos gobiernos", así como por los "peligrosos efectos sociales de su ninguneo" a Canarias y porque el "desmantelamiento del muelle de la vergüenza no ha supuesto, ni mucho menos, solucionar la situación, sino esconderla".

Viviendo indignamente 

En concreto, ha dicho que los inmigrantes están ahora en un lugar "fuera de la vista, donde igualmente malviven decenas de personas sin agua y sin luz, que se enfangó con la última borrasca, y donde permanecen hasta dos semanas cuando es un lugar para estar 72 horas, incluidos menores", en relación con el campamento de Barranco Seco, en Las Palmas de Gran Canaria.

"No se puede concentrar a miles de personas sin recursos y menos en esta situación de falta de control, pues cuando salen a las 72 horas quedan abandonadas a su suerte, sin medios ni sustento", apostilló.

Asimismo, ha indicado que la situación ha sido denunciada por varias ONG debido a "la violación de derechos humanos y de la normativa internacional en la que incurre el Gobierno europeo y español, que no solo ignora a la sociedad grancanaria, sino a todas sus instituciones", ya que tanto el Cabildo como los ayuntamientos, el Parlamento y el Gobierno canario han reclamado una solución.

Según ha expuesto que el resultado han sido "varias visitas y explicaciones que eluden la situación y no la resuelve".

Finalmente, ha exigido al Gobierno "no" frenar a los migrantes que van a coger un avión, ya que la Policía "lógicamente recibiendo órdenes ponen pegas al procedimiento habitual de embarque hasta que pierden el avión", al tiempo que pidió la reactivación "de manera inmediata" de las derivaciones, ya que la Península tiene "cientos de plazas libres, Gran Canaria no puede afrontar esta situación sola, ni ser una jaula, y necesita la solidaridad de las comunidades con plazas libres".

Morales ha afirmado que Canarias "seguirá siendo punto de recepción de migrantes", por lo que ha reclamado más infraestructuras de acogida "digna, no muelles ni campamentos". 

Además, ha añadido que "muy importante" son las medidas de integración e inclusión "y, a largo plazo, un cambio radical de la política migratoria que incluya acuerdos bilaterales con los países africanos con los que Europa, por otra parte, tiene una gran deuda pendiente".

Sectores interesados en el odio

Además, el presidente también ha criticado que los gobiernos "tardan meses" en realizar las pruebas óseas y tienen personas adultas entre los más de 2.700 menores acogidos en las islas, lo que considera que "también puede generar conflictos como los que se producen, puntuales, pero previsibles entre ellos mismos en lugares públicos, pues permanecen ociosos 24 horas al día, queriendo marcharse con sus familias, con impedimentos de la policía para que puedan coger un avión y, en esta situación sin control, hasta con la llegada de personas con antecedentes que son un peligro para los propios migrantes que buscan un futuro mejor", según informó el Cabildo.

Para Morales, todo esto "no solo es un caldo de cultivo peligroso", sino que apuntó "está siendo utilizado por sectores interesados en generar odio y rechazo, y peor aún, para generar más violencia con convocatorias para ir a 'cazar al moro'", que el propio presidente asegura haber recibido.

Así, ha avisado que esta deriva de la situación "por su ninguneo" es una "irresponsabilidad ante la que no quedará impasible".

Fotografía principal: Manifestación a favor de los derechos de los migrantes en Gran Canarias / Europa Press