El norcatalán François Calvet, senador francés, ha manifestado al programa Tot es mou de TV3 que la presión diplomática española sobre los 41 miembros de la cámara alta porque defendieron el procés catalán y los presos políticos se produce porque hablan de Catalunya, y no de países como Polonia.

"Si hubiéramos hablado de Hungría, Rumania o Polonia nadie nos habría dicho nada", ha añadido. Calvet ha insistido pero que "nadie tiene que dar lecciones" a los senadores que han defendido el posicionamiento catalán, aunque les piden que retiren la firma del texto. Hasta ahora los senadores no han hecho caso de las presiones y ninguno de ellos ha dado marcha atrás.

Calvet ha criticado que uno de los que más se ha movilizado para hacer presiones a las autoridades francesas ha sido el exprimer ministro Manuel Valls, actualmente candidato de Ciudadanos en las elecciones municipales de Barcelona. "Valls ha telefoneado a todo el mundo aquí diciendo que era un escándalo, y que no podíamos hacerlo", ha descrito Calvet, en alusión al presidente Emmanuel Macron. Ha dejado claro que, al menos los senadores, no le han hecho caso.

Este es el texto íntegro de los 41 senadores franceses:

"Nuestro país está cerca de España y de su gran región, Catalunya, con la que compartimos una larga historia.

Como europeos y como franceses, estamos preocupados por los graves acontecimientos que se han producido en Catalunya. En el momento en que tiene lugar el juicio ante el Tribunal Supremo español contra antiguos miembros de la Generalitat de Catalunya, el expresidente del Parlament de Catalunya y líderes de las asociaciones catalanas, nosotros, miembros del Senado de la República:

  • pedimos respeto a los derechos y libertades fundamentales en Catalunya, sin, por supuesto, interferir en los problemas políticos de un país vecino y sin tomar partido en la cuestión de la independencia de Catalunya;
  • denunciamos la represión sufrida por los representantes políticos de la Generalitat de Catalunya legítimamente elegidos, encarcelados o forzados a exiliarse por sus opiniones en el ejercicio de los mandatos que los electores les encomendaron;
  • constatamos que esta situación es un verdadero ataque contra los derechos y las libertades democráticas;
  • lamentamos que la gravedad de esta situación esté subestimada en nuestro país;
  • pedimos que Francia y los países de la Unión Europea intervengan para restablecer unas condiciones de diálogo que permitan encontrar soluciones políticas a un problema político."