El abogado Gonzalo Boye ha confirmado que esta mañana se ha hecho efectivo el trámite por el cual han pedido la suspensión cautelar de la inhabilitación a Quim Torra ante el Tribunal Constitucional. El mismo Boye lo ha confirmado a través de Twitter: "Ahora la pelota está en el tejado del TC... Veremos si el partido acaba aquí o en Estrasburgo".

A partir de aquí empieza un largo recurrido jurídico. Esta es la conclusión que saca el abogado de Quim Torra, después de su inhabilitación como president de la Generalitat. A Boye nada le ha sorprendido, hasta ahora. Tanto es así que considera que la sentencia ya estaba escrita: "Teníamos el recurso de amparo listo porque el Supremo no es un tribunal imparcial", ha declarado en una entrevista en RAC1.

Por eso ha anunciado que ha presentado este recurso como medida cautelarísima: "Lo más triste es que las más altas instancias jurisdiccionales del Estado quieran que los trapos sucios se los laven fuera de casa". En su recurso, el abogado de Torra argumenta que la suspensión de la condena es necesaria para evitar el "daño irreparable" que la ejecución de la misma causaría tanto a Torra como a terceras personas.

¿Podría volver a ser president?

Ahora empieza una nueva fase: la de los recursos. Primero en el Constitucional y después, si procede, en el Tribunal de Derechos Humanos, y ya se aventura a un posible desenlace: "La decisión del Supremo tendrá un mal final europeo".

Pero Boye no cierra las puertas a nada, incluso a la idea de poder volver a restablecer el cargo de su cliente Quim Torra como president, aunque es realista: "La interpretación catalana y vasca de la ley no es la misma que el resto del Estado aunque tampoco se tiene que levantar una falsa esperanza". El abogado ha criticado la forma "precipitada" del TSJC de ejecutar la sentencia.

También ha sido muy crítico, otra vez, con los órganos jurídicos españoles y reitera que "la injerencia política es innegable", y concluye: "Lo evidente es que por una pancarta se ha derrocado a un gobierno y se han lanzado a la papelera los votos de todos los ciudadanos catalanes". Boye ha insistido en esta idea, ya que considera que se salta la voluntad de los que votaron a Junts per Catalunya, pero también el resto de los que confiaron en un sistema de elecciones libre el año 2017.