El canal norteamericano Bloomberg, el más importante en el mundo económico, ha dedicado su editorial de hoy a lanzar una crítica rotunda a la manera como está gestionando el presidente español, Mariano Rajoy, la crisis política con Catalunya, y se ha posicionado en contra de la vía judicial o de fuerza del 155. En un artículo titulado Madrid debería intentar otra vez la persuasión, Bloomberg advierte que "aplastar el separatismo no es la respuesta, hay vías mejores".

El canal se muestra contrario a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, aunque el presidente español tenga "la Constitución, el Tribunal Constitucional, los partidos de la oposición, los otros líderes regionales, y aliados europeos todos de su lado". Si sólo se tratara de un concurso de fuerza, Rajoy no perdería, pero en la práctica no es tan sencillo. El objetivo tiene que ser ganar el relato, no aplastar una rebelión. Una victoria por la fuerza no reconciliará a Catalunya con el resto de España. Rajoy debe abandonar el ultimátum [de mañana a las 10 para el 155] y proponer conversaciones sin condiciones previas".

Según Bloomberg, el president Carles Puigdemont no puede reclamar el derecho a la independencia en base al referéndum del 1 de Octubre, "pero eso no altera que muchos catalanes no quieran la independencia, o al menos más autogobierno". "Ir a aniquilar este sentimiento, no hará nada más que inflamarlo", añade.

El canal se muestra escéptico ante la viabilidad de una convocatoria de elecciones autonómicas desde Madrid, porque recuerda que es posible el encarcelamiento de los líderes independentistas si se aplica el 155. "¿Qué pasa si los catalanes, enfadados, eligen un nuevo hemiciclo independentista?", se pregunta, y recuerda que el apoyo a la independencia es sostenido en el tiempo. Insiste en que "el ciclo sólo se podría romper a través de la persuasión".

Bloomberg concluye que Rajoy es "un conservador español pasado de moda", con una base política del PP que reclama un "enfoque difícil" del caso catalán. A su entender, el presidente español tendría que actuar en dos direcciones: por una parte persuadir a los catalanes, y de la otra "llevar el resto del país hacia una solución más confortable del contencioso". "Si no se puede resolver, es probable que España gane esta batalla a corto plazo, pero quizás más tarde tendrá motivos para lamentarlo".