El presidente del TSJC, José Maria Barrientos, ha visitado el Parlament de Catalunya la misma semana de admitir a trámite la querella contra Carme Forcadell. No se han encontrado porque la presidenta del Parlament está viajando a Roma y no ha habido la oportunidad de verse las caras.

Barrientos no ha tenido ningún problema en cargar contra los partidos y descargar las acusaciones sobre la judicialización de la política. Ha sacado a los partidos que contribuyen a la judicialización de la política: "Son los partidos políticos quienes judicializan en política" y lo ha argumentado exponiendo que cuando "un partido político se persona en una causa, contribuye en la politización de la justicia".

"Los grupos políticos tendrían que hacer un examen de las causas", ha seguido insistiendo en que los movimientos de los partidos "son las actuaciones que introducen estos elementos de judicialización".

Catalunya Sí que es Pot y la CUP han puntualizado que los partidos tienen derecho a presentarse en algunas causas judiciales cuando tienen parte, la otra es utilizar los tribunales para impedir las acciones de un gobierno. También han cuestionado la independencia de la Fiscalía.

Las declaraciones de Barrientos han venido a raíz de las preguntas en la comisión de Justicia de CSQP y CUP.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia, comparece sólo una vez al año en el Parlament y algunos grupos han aprovechado para hacerle un listado de reproches sobre la judicialización de la política. Catalunya Sí que es Pot y CUP, no han dejado pasar la oportunidad de preguntar sobre las decisiones judiciales hacia los políticos.

José María Barrientos con Germà Gordó al inicio de la comparecencia / Sergi Alcàzar

El más contundente, Benet Salellas, de la CUP y abogado del concejal de Vic Joan Coma, que le ha espetado a Barrientos: "Fuimos el primer país europeo en fusilar a un presidente y probablemente seremos el primer país europeo en enviar a una presidenta del Parlament a juicio por legislar". Barrientos forma parte del Tribunal que ha aceptado a trámite la querella y muy probablemente, si el caso llega a juicio, él mismo tendrá que ser el juez de Carme Forcadell.

Joan Coscubiela, de CSP, ha pedido directamente la opinión de Barrientos sobre la judicialización de la justicia y ha insinuado las presiones que está recibiendo el poder judicial: "Tienen bajo la silla cartuchos de nitroglicerina, acompañados de dinamita".

Barrientos ha empezado a responder, en castellano, con una media sonrisa mirando a Salellas y Coscubiela y diciendo: "Lo encajo todo con deportividad y lo entiendo".

Derechos y leyes

Salellas ha intentado arrancar un compromiso del máximo responsable judicial en Catalunya: "Nos gustaría obtener un compromiso que la judiciatura está comprometida con la defensa de los derechos fundamentales", y es que según el diputado de la CUP, existe un "divorcio entre derechos y leyes" y ha reprochado que los jueces son "muy obedientes con la ley y muy desobedientes con la garantía de los derechos fundamentales".

El diputado de la CUP ha criticado la manera en cómo Barrientos ha presentado el informe del balance judicial del 2015: "No compartimos el enfoque que ha dado al informe. No puede ser un recopilatorio estadístico. Nos hubiera gustado que nos hubiera explicado los retos, los problemas reales y qué soluciones impulsamos para resolver estos problemas".

Coscubiela le ha dado el pésame porque el poder judicial en Catalunya "tiene muchos dueños, nadie manda y nadie paga".

El presidente del TSJC ha admitido que hay un sistema judicial del siglo XIX y que concretamente "Catalunya no es un destino judicial atractivo" para los nuevos magistrados.

Vuelve a bajar el catalán a los juzgados

Sólo el 8% de las sentencias se redactaron con catalán el año 2015. Es un 3,80% menos que en el 2014. De las 230.877, sólo se dictaron en catalán 19.375.

Donde baja más es en Girona, justamente donde el año 2014 hubo más. Ha pasado de las 7.649 a las 3.466 bajando a un 18,50%.

"La sala de Gobierno muy poco pueden hacer más allá de actuar cuando perciben que no se están respetando los derechos de los ciudadanos, pero la sala de Gobierno no puede ir más allá", ha dicho Barrientos sobre la caída del catalán en los juzgados. También ha dicho que la planta de jueces de 810 magistrados ya es lo bastante reducida y "quedaría mucho más reducida" si se les exige el catalán.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia ha hecho toda su intervención en castellano.