José María Aznar recela de la estrategia de Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP ha tendido hoy la mano a los socios del Gobierno (a nadie se le escapa que apelaba especialmente a Junts y al PNV) para sumarse a una moción de censura. Ha sido un ejercicio más de gesticulación que de realidad pragmática al poner encima de la mesa una vía que es aritméticamente inviable y que está llamada a descarrilar. Un brindis al sol viendo que los aliados habituales de la Moncloa lo han ido descartando sucesivamente en los últimos meses. “La trama de corrupción saldrá de la Moncloa cuando salga de ella Sánchez”, ha justificado Feijóo. Sin embargo, Aznar cree que no hace falta invertir esfuerzos en un camino que acabará naufragando. “Las cosas condenadas al fracaso producen más frustración. Y en la sociedad española, hace falta tener las ideas muy claras y explicar muy bien qué es lo que hay que hacer, qué es lo que tenemos que hacer, qué es lo que podemos hacer y cómo hacerlo, pero no producir más frustración. Porque queda tiempo largo y queda mucho por hacer”, ha verbalizado el expresidente del Gobierno y exlíder del PP y una de las voces de más autoridad en las filas populares en la clausura del ciclo de la Fundación FAES Hacia dónde va la relación trasatlántica en el Espacio Bertelsmann.
📝 Feijóo convoca una nueva concentración contra Sánchez y vuelve a tender la mano para una moción de censura
José María Aznar ha reconocido que no contempla “ninguna posibilidad” de un adelanto electoral y ha considerado que, para superar el contexto actual, solo hay “tres caminos” posibles: “O dimiten los bajos fondos, cosa que no parece probable. O hay una moción de censura para acabar con los bajos fondos, cosa que no es posible. O hay unas elecciones”. “Faltan dos años para las elecciones y lo que estamos viendo ahora me temo que será poco para lo que vamos a tener que ver”, ha añadido. “Es absurdo apelar al sentido nacional porque no lo tienen, al sentido de estado porque no lo tienen o al sentido común porque tampoco lo tienen. Pues no perdamos el tiempo. Hay que prepararse para unas elecciones con la cabeza fría y la tensión vital máxima”, ha subrayado.
“Yo creo que no es tiempo de neutralidades, de inhibición o de abstención, es tiempo de urgencia. Aquí estamos buscando que lo que tiene posibilidades de sacarnos de esto en el momento preciso nos saque de esta situación”, ha reiterado José María Aznar. Y ha cargado contra las alianzas entre el PSOE y el independentismo: “Estamos viviendo una situación en la que se están entregando, como fruto de pactos políticos, cada vez más porciones del Estado y de la nación española a los adversarios de nuestro país y estamos deteriorando las instituciones de un modo tremendo”. “Pasa un daño insoportable que vamos a ver si somos capaces de superar”, ha concluido. Finalmente, eso sí, ha reconocido el papel de Feijóo: “El liderazgo del Partido Popular está hoy muy bien representado. Tenemos el líder para hacerlo [convencer a la mayoría de los españoles] y lo que hace falta es que todos lo demás ayudemos todo lo que podamos para que salga”.
“Yo tengo toda la voluntad, la gravedad de los hechos trasciende cualquier ideología”
“Hace siete años, dijeron que apoyaban una moción de censura para combatir la corrupción. Si fuesen consecuentes, ahora deberían hacer lo mismo sin ninguna duda”, ha verbalizado esta mañana Alberto Núñez Feijóo invitando a los socios del PSOE a repetir la jugada de 2018 contra Mariano Rajoy. Ha sido la misma maniobra que hizo en noviembre después de la declaración en la Audiencia Nacional de Víctor de Aldama. Ha esgrimido que la moción de censura “no depende” de su voluntad, sino de los que apoyan parlamentariamente al ejecutivo, y ha sostenido que la “gravedad de los hechos trasciende a cualquier ideología, coyuntura o manía personal de nadie”. “Yo tengo toda la voluntad”, ha destacado.
“Si quieren acabar con esto, el Partido Popular sigue a disposición. Si no quieren, no tengan duda que les arrastrará y que la mayoría de los españoles decentes les hará cómplices de esta degradación”, ha remachado. Su posición hace seis meses fue exactamente la misma (con palabras incluso calcadas): “Si alguno de los socios quiere acabar con todo esto, sepan que estoy a disposición para abrir una nueva etapa en nuestro país”, verbalizó el líder del PP.