El comentario de una miembro de la oposición, una hora y media antes de la sesión, ha sido revelador: "Todavía no hay una decisión tomada". La ciudad de Ripoll llega al pleno de investidura con todo en el aire. El cordón sanitario contra la extrema derecha, que tendría que poner de acuerdo a ERC, Junts, la CUP y el PSC, de momento hace aguas. Y si no es posible un mínimo entendimiento, la candidata ultra de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, se hará con la vara de alcaldesa. Delante del Ayuntamiento se han concentrado una cincuentena de antifascistas, que han recibido a los concejales de AC, los primeros en llegar entre gritos de "Ripoll será la tumba del fascismo". Los gritos han llegado hasta el interior del consistorio.

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La expectación ha sido máxima en la capital del Ripollès. Hasta el punto que el aforo de la sala de plenos hace días que está completo y algunos periodistas han tenido que hacer peripecias para ser acreditados. También los vecinos se han acercado. La mayoría, en la concentración "contra el racismo y la intolerancia". Pero también se ha dejado ver algún simpatizante de Alianza Catalana, que ha querido dejar claro que está contra los "colaboracionistas borbónicos de la oposición". También se han acercado diputados al Parlament, como Pau Morales (ERC) o Xavi Pellicer (CUP).

Sea como sea, no ha sido posible por ahora un acuerdo de la oposición para construir una mayoría alternativa a Sílvia Orriols, ganadora de las elecciones con 6 concejales. La mayoría se sitúa en 9, y hace falta la implicación tanto de ERC y Junts como de la CUP y el PSC. Las tres formaciones de izquierdas cerraron un acuerdo a principios de semana, pero a mitad la candidata de Junts, Manoli Vega, se postuló para hacer un acuerdo en torno a ella y sin los cuperos. Ha habido movimientos de las direcciones nacionales de los partidos y acusaciones cruzadas, pero ningún avance para el acuerdo. Fuentes de la ejecutiva nacional de ERC sostienen que la decisión está en manos de Junts: si acepta el tripartito de izquierdas o facilita la investidura del alcaldable de Alianza Catalana.

Concentración sin incidentes

Tal como se había convocado desde los últimos días, una cincuentena de vecinos, de todas las edades y procedencias, se han concentrado de forma pacífica delante del Ayuntamiento de Ripoll para protestar bajo la pancarta "Contra el racismo y la intolerancia, todas somos ripollesas". Dos horas antes, la plaza del consistorio ya estaba blindada con vallas y agentes de los Mossos d'Esquadra (incluyendo la BRIMO) y de la Policía Local. Hasta el momento la concentración ha transcurrido sin incidentes.