Ya hace casi cuatro años que Valtònyc se tuvo que exiliar a Bélgica, pero hasta ahora nunca había explicado tan detalladamente cómo fue la salida del Estado y su llegada a Bruselas como hasta ahora. Lo ha narrado en una entrevista al podcast La Sotana, que se ha desplazado hasta Bélgica para poder entrevistar al rapero en la sede del Consell per la República. Entre el público había la consellera Clara Ponsatí, que también se tuvo que exiliar en el 2017. En la entrevista, el mallorquín cuenta detalladamente como se lo hizo para engañar a la policía española y la Guardia Civil para esquivar la orden de detención contra él en mayo del 2018. Un año antes, en febrero del 2017 la Audiencia Nacional había condenado a Josep Miquel Arenas a tres años y medio de prisión por enaltecimiento del terrorismo y sus autores y humillación a sus víctimas, calumnias e injurias graves al rey por las letras de sus canciones.

El rapero ha empezado su narración asegurando que la victoria que más ha celebrado nunca ha sido "huir de España, poder llegar aquí y no tener que entrar en la prisión el día que tenía que entrar". "Yo no quería ir a la prisión, ni un día," ha dicho Valtònyc, que se ha comprado con su compañero Pablo Hasel: "Él hizo un cálculo y consideró que haría más daño al Estado desde la prisión y yo pensé, si él está dispuesto ir, ¿por qué tenemos que ir los dos? Tú entras en la prisión y yo lo explico desde fuera", ha dicho entre carcajadas. En este momento, Arenas ha narrado cómo se desarrollaron los hechos el día que se tuvo que exiliar, a pesar de que sin detallar cómo salió del Estado, porque le ayudó mucha gente, según sus palabras, y"no quiero comprometer a nadie".

Una salida de película

"Lo que sí que puedo contar es que la Guardia Civil y la policía nacional enviaron el orden de detención en Mallorca porque se creían que yo estaba allí. Como lo conseguí fue subiendo en un avión. Lo facturé todo y subí dentro del avión. Cuando vi que todo el mundo se había abrochado los cinturones, le dije a la azafata que me había dejado la cartera a fuera y que tenía que salir. Y salí y me fui. En aquel avión quedó registrado que yo estaba en aquel avión. Y enviaron la orden a Mallorca y registraron todas mis casas". En este punto, los presentadores del podcast, Andreu Juanola, Manel Vidal, Joel Díaz y Magí Camps se han sorprendido por este "casas" en plural del rapero, que Valtònyc ha justificado por el hecho que "me había engalanado varias veces y había quedado en el registro... la burocracia va lenta, y fueron a las casas donde había vivido de alquiler. Nadie en mi casa tiene una puta propiedad".

El avión que tenía que coger el rapero salía de Barcelona, donde se queda, "lo que pasa es que la Guardia Civil y la policía nacional dicen este tío está en Mallorca, este tío no ha salido y pasan mis datos, nombre, DNI, fotografía... Lo envían todo a las compañías aéreas y de barcos y dicen, no dejáis salir este tío que tiene una orden de detención. Los medios de comunicación son tan "caps de fava" que publican toda mi información, incluido el DNI, y yo pienso que tengo una oportunidad para decirle a la gente que compre billetes y que los facturen porque tienen todos mis datos. Por lo tanto, la gente llega a comprar treinta billetes, los facturan, y la Guardia Civil se vuelve loquísima". Los conductores del podcast reaccionan todos de la misma manera: "¡Esto es de película!", dicen admirados.

Más allá de eso, Josep Arenas no ha querido dar más detalles de su exilio, solamente que llegó a Bruselas por vía terrestre.

¿Qué hace en Bélgica?

El rapero también ha expuesto cuál es su situación actual: "Yo no puedo viajar por Europa porque cuando tenía 18 años me quitaron el pasaporte. Mi proceso empezó en el 2012. La Audiencia Nacional me retiró la documentación entonces y me prohibió salir de España". Valtònyc ha bromeado con la identidad digital que se creó desde el Consell per la República, lamentando que con este todavía no se puede viajar. Sobre su vida en Bélgica, ha explicado con humor que "vive de hacer la puñeta a los fachas" pero que trabaja de programador informático como freelance en diferentes lugares, entre los cuales el Consejo y una editorial. "Cuando vine a Bélgica tuve la oportunidad de hacer trabajo como informático y estudio programación", ha detallado.