Descartando la desobediencia como criterio para convocar el referéndum, el expresident del Govern Artur Mas se ha lamentado hoy en El Matí de Catalunya Ràdio haciendo referencia a la resurrección del caso del 3% que "siempre coincide con los grandes temas de Catalunya" y ha anunciado que hay abogados que se están planteando querellarse contra la Fiscalía" porque ha actuado "pasando de los jueces".

Asegurando que la primera vez "todavía te crees que sea casual, la segunda lo piensas, pero la tercera y la cuarta ya no", ha enviado un mensaje claro al gobierno de Mariano Rajoy: "tendremos que forzar mucho las cosas".

Después de muchos años "haciendo de niño bueno ante un Estado que nos intimida", Mas ha querido dejar claro que ahora ya es el momento de cambiar de método porque si no, "no forzaremos un cambio del estatus quo". La solución, pues, pasa por la celebración del referéndum porque el 9-N "ya sirvió para lo que tenía" que "servir" y ahora, ante la respuesta del Estado que "es el miedo" en palabras de la exconsellera Joana Ortega, "hace falta dar un paso adelante".

Juzgar el alma del 9-N

Las exconselleres Ortega e Irene Rigau han cargado fuerte contra el Estado por "juzgar toda el alma que hizo posible el 9-N" y han recordado que "se está aplicando aplicando una dureza que ellos nunca se han aplicado incumpliendo sentencias del TC".

Mas, de su lado, ha asegurado que le "sorprendería mucho" que no lo inhabilitaran y, rebajando el tono y yendo más hacia el terreno del sarcasmo, ha explicado: "No tengo la botella de cava preparada". Lo que todavía no entiende, sin embargo, es "¿cómo puede ser que esto sea un delito si los nueve fiscales de Catalunya sin antecedentes soberanistas dejaron por escrito que no había ningún indicio de delito?", así como por qué "si esto era era un delito, como es que no se evitó".

3% y procés

Ortega ha recordado que, como Mas, no podrá preparar su defensa por el juicio del lunes con sus abogados porque son los mismos que se encargarán de este caso y eso les apartará, bastante, del juicio para el 9-N. Un caso que, subrayó la exconsellera, "llevaba un año y medio parado".

Aparte de eso, Ortega ha querido mostrar su "indignación" porque "se nos sentará en el banquillo por una actuación política derivada de un mandato democrático", lo que, para Mas, "es un abuso de poder que no se había hecho nunca".