Cuanto más se acerca el 14-F, más se estrechan las distancias entre los posibles ganadores. La demoscopia indica que ERC, PSC y Junts están en un puño disputándose la victoria. Ante esta constatación, la estrategia de Esquerra Republicana pasa por dejar a Junts fuera de la ecuación y plantear las elecciones como un plebiscito entre Illa y Aragonès. "Son dos proyectos como el agua y el aceite, no se pueden mezclar", ha subrayado el candidato de los republicanos.

Que es imposible la reedición de un tripartito como los de Maragall y Montilla ya lo han repetido innumerables veces. Ahora, sin embargo, en ERC van un paso más allá comprometiéndose a no dar apoyo de ningún tipo al PSC. "Ni con una abstención ni con un voto a favor", porque "son proyectos antagónicos". Así lo ha aseverado Aragonès durante la presentación, este mediodía, de su propuesta económica para la recuperación pospandemia. Un plan que también ha contrapuesto al del PSC.

Mientras ERC defiende, ha dicho, "el equilibrio territorial, la igualdad de oportunidades y la economía verde, el ministro candidato Illa quiere que la economía catalana dependa del BOE, igual que el modelo oligopolístico y radial del PP". Un intento, según Aragonès, de "convertir Catalunya en una oficina del Ibex 35".

El aspirante de ERC a la presidencia de la Generalitat ha dibujado a Illa como "el candidato del PSC, de Vox, de la Moncloa, de parte de la judicatura, del Ibex y de la monarquía". De hecho, ha concluido que "Illa es la nueva operación Arrimadas", en referencia a las elecciones de 2017, cuando la líder de Cs aglutinó el voto contrario a la independencia convirtiéndose en la fuerza más votada en Catalunya. Ante eso, Aragonès se erige como "la única alternativa que puede poner de acuerdo a todos los que rechazaron el 155". Es decir, a los partidos independentistas y los comunes. Y ha puesto el ejemplo del acuerdo de presupuestos de la Generalitat o los pactos municipales en Lleida y Tarragona, que han contado con la complicidad de Junts y comunes.

Transformar la economía catalana

El candidato de ERC ha desgranado el programa económico, que apuesta por una "transformación" de la economía catalana aprovechando los fondos de rescate europeos Next Generation. El encargado de gestionar este cajón, si Aragonès se convierte en president, será el economista Miquel Puig, a quien nombrará comisionado Next Generation. "Si acertamos en la manera como aplicar los fondos, este país puede salir adelante", ha afirmado Puig, que ha puesto el foco en la necesidad de modernizar sectores importantes para el país como son el agroalimentario o la automoción, pero también impulsar otros nuevos, como las telecomunicaciones o la biomedicina.

Las pequeñas y medianas empresas son uno de los principales motores de la economía catalana. Por esta razon, en ERC se comprometen a crear una oficina específica "para que las pymes no queden apartadas" y puedan beneficiarse de los fondos europeos. 

El plan de reactivación que quiere desplegar ERC prevé movilizar 31.000 millones en cuatro ejes: la economía para la vida (biomedicina, agroalimentación y el sector de los cuidados), digitalización, transición ecológica y sociedad del conocimiento (convertir Catalunya en un hub europeo de investigación e innovación).