El economista Santiago Niño Becerra ha asegurado que la actual crisis económica en realidad empezó el año 2007, cuando acabó el modelo de antes de la revolución digital. Niño Becerra lo ha asegurado en relación con una información de El Nacional que apunta que la inflación ha provocado que se vuelvan a comprar marcas blancas en los supermercados. "No sólo en Estados Unidos se están produciendo cambios en el consumo privado. (Ya saben lo que pienso: estamos en una crisis que empezó en 2007)", ha insistido el economista.

Cuando estalló la crisis del 2007, muchos de los consumidores del Estado dejaron de llenar los carros con productos de primeras marcas, más populares y supuestamente de más calidad, y los cambiaron por los alimentos de marcas blancas, que costaban mucho menos dinero en unos bolsillos que intentaban cuadrar cuentas. Este tipo de consumo ha vuelto a los hogares españoles en un contexto muy complicado marcado por una espiral inflacionista que no parece que tenga que detenerse en los próximos meses y que ha hecho aumentar de manera muy notable el precio de la cesta de la compra. Estas marcas nos recuerdan la época de crisis y con las malas perspectivas de un otoño que se prevé complicado, los ciudadanos han vuelto a recurrir a ello.

Especialmente, el consumo de marcas blancas crece en los productos de alimentación: ya suponen la mitad de la compra (49,4% contra el 50,6% de las marcas del fabricante específico). Así, el gasto en estas marcas blancas ha crecido ya un 17,1%, mientras que las identificadas como más "caras", sólo crecen un 8%. Esta diferencia se puede ir ensanchando en los próximos meses si la crisis económica se agrava.

En Alemania sucede el mismo fenómeno, y el primer resultado es que ha caído la venta de productos ecológicos. "A causa del fuerte aumento de los precios, los alemanes recurren cada vez más a productos más baratos. Para los primeros proveedores de marcas ecológicas empieza la lucha para la existencia", ha señalado el diario económico Handelsblatt. El diario cita el caso de la empresa Shuyao de Dusseldorf, que vendía tés orgánicos y vasos sostenibles, y ha anunciado la quiebra cuándo iba a celebrar el 16e aniversario. La mitad de los 19 empleados eran personas con discapacidad que tenían dificultades para encontrar trabajo en el mercado laboral. El ministerio alemán de Trabajo y Asuntos Sociales concedió en el 2020 a Shuyao el "Premio de Inclusión de la economía alemana".

Niño Becerra se ha escudado en las palabras del presidente francés, Emmanuel Macron, que ha pronosticado sin ambages "el final de la abundancia".

"Lo comentábamos hace un par de días: cuando los políticos abandonan las palabras bonitas y dicen cosas como estas es la señal más clara que vienen problemas serios", ha advertido.