El futuro político de Laura Borràs ha abierto un nuevo debate en Junts per Catalunya. El juicio a la presidenta suspendida del Parlament por el presunto fraccionamiento de contratos en su etapa como directora de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) ha quedado visto para sentencia y la Fiscalía ha mantenido la petición inicial de 6 años de prisión y 21 de inhabilitación para el ejercicio de un cargo público. En este contexto, los partidos empiezan a trabajar en el escenario de una eventual sentencia condenatoria que impida a Laura Borràs volver a encabezar la segunda institución del país, hecho que obligaría a escoger una nueva presidencia de la cámara catalana. Y Junts no escapa de este debate. Por este motivo, en los círculos del partido toma fuerza el nombre de la alcaldesa de Vic, Anna Erra, como candidata para postular al liderazgo del hemiciclo, según ha podido saber ElNacional.cat.

El mes de junio del año pasado, Erra comunicó que no optaría a la reelección a la alcaldía de la capital de Osona y argumentó que lo hacía porque siempre ha defendido que, para su cargo, necesitaba "dos mandatos". El anuncio se producía pocos días después del congreso del partido en Argelers, en el que la alcaldesa revalidaba el cargo de vicepresidenta de la formación y lo hacía siendo la segunda dirigente de Junts que reunía más votos (1.791) entre la militancia, solo por detrás de Jordi Turull (1.845) y por delante de Laura Borràs (1.776). Además, Anna Erra es diputada del Parlament desde 2018 —volvió a conseguir el acta en las elecciones del 14 de febrero de 2021—, hecho que la sitúa como una de las dirigentes con más peso político dentro del partido. Es justamente este paso al lado en la alcaldía de Vic lo que hace que destacados dirigentes de Junts sitúen su nombre al frente de las quinielas en el caso de que Laura Borràs sea inhabilitada, según fuentes consultadas por este diario.

Una aritmética parlamentaria que ha cambiado

Ahora bien, a todo ello hay que sumarle un nuevo factor: la aritmética parlamentaria. Laura Borràs fue elegida presidenta del Parlament en marzo de 2021 con los votos de Esquerra Republicana y Junts per Catalunya, por mayoría simple. Dos años después, los puentes entre los republicanos y los juntaires están fuertemente dañados por la ruptura del Govern en octubre de 2022. Los presupuestos han evidenciado —todavía más— estas tensiones entre los partidos independentistas, porque finalmente ERC ha acabado acordando las cuentas con el PSC y Junts votará en contra, además de presentar una enmienda a la totalidad y más de 800 enmiendas al articulado del proyecto de ley presupuestario.

De hecho, la suspensión de los derechos y deberes de Laura Borràs como presidenta el pasado julio empezó a profundizar las grietas con Esquerra Republicana, ya que la decisión de aplicarle el artículo 25.4 del reglamento del Parlament contó con el beneplácito de los republicanos y con el concurso del PSC y la CUP. Junts se mostró muy crítico con este movimiento de la Mesa y Borràs denunció que es víctima de lawfare. "He dicho y repetido que no dimitiré, porque hacerlo significaría aceptar que he hecho lo que me acusan de haber hecho, y no. Y los que me quieran muerta, me tendrán que matar y ensuciarse las manos", avisaba entonces la presidenta juntaire.

La presidencia del hemiciclo catalán la escogen los 135 diputados, que tienen que escribir el nombre del presidenciable en una papeleta. Sale escogido el candidato que consigue llegar a la mayoría absoluta. Si ninguno de ellos la tiene, se repite la elección entre los dos diputados que más se han acercado a la mayoría y es elegido quien recoge más votos de ambos. La ruptura del acuerdo entre ERC y Junts implica que no esté garantizado que los republicanos vuelvan a votar a un diputado de Junts para la presidencia del Parlament. Al mismo tiempo, esta distancia puede abrir la puerta a que el PSC reclame la presidencia de la cámara catalana en tanto que es la primera fuerza del Parlament, o bien que ERC quiera proponer también a un candidato a liderar el hemiciclo. Hoy por hoy, quien ejerce interinamente las funciones de la presidencia del Parlament es la republicana Alba Vergés, vicepresidenta primera de la Mesa y candidata a la alcaldía de Igualada.

El papel de la Junta Electoral Central puede acelerar la decisión

El otro factor a tener en consideración en este escenario es cómo se desarrollarán los hechos si el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya condena a Laura Borràs. La defensa, si lo estima oportuno, podrá presentar un recurso ante el Tribunal Supremo, hecho que comportaría que la sentencia no fuera definitiva hasta que este alto tribunal se pronunciara. Al mismo tiempo, sin embargo, hay que destacar los casos de Quim Torra y Pau Juvillà, con los que la Junta Electoral Central no esperó al Supremo y dejó sin efecto las credenciales de los dos. Si pasara lo mismo con Borràs, el debate para la sucesión a la presidencia del Parlament se tendrá que acelerar. Ante la posibilidad de que eso pase, el debate en Junts crece y Anna Erra es, hoy por hoy, la mejor colocada, siempre que Borràs no sea absuelta —si lo fuera, sería restituida como presidenta—.