El director de la oficina de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, ha advertido a los jueces que lo implican en la dirección de Tsunami Democràtic, que si hubiera sido así "nunca" habría desconvocado la ocupación del aeropuerto de El Prat, como sucedió.

En un tuit, Alay ha sido rotundo. "Aquel que me conozca sabe muy bien cómo pienso. Si yo hubiera estado al frente de Tsunami Democràtic, nunca habríamos abandonado el aeropuerto. Fantasías judiciales españolas", ha indicado.

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El juez de Barcelona que investiga el supuesto desvío de fondos públicos en Waterloo ha situado el entorno del president Carles Puigdemont, entre ellos el responsable de su oficina, Josep Lluís Alay, en la plataforma anónima Tsunami Democràtic, y lo ha remitido a la Audiencia Nacional, según ha adelantado El Periódico.

En una providencia, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, que sigue el rastro en torno a Puigdemont en el llamado caso Volhov, se ha inhibido en todo lo relativo a las investigaciones de la plataforma que organizó las protestas después de la condena de la cúpula del procés, y lo ha remitido al juez de la Audiencia Nacional que ya iba detrás de Tsunami Democràtic.

En concreto, el juez envía al juzgado central número 6 de la Audiencia Nacional al exconseller de ERC Xavier Vendrell, a quien la Guardia Civil sitúa en sus informes en la cúspide de Tsunami, el exdirigente de CDC David Madí y el empresario del mundo la comunicación Oriol Soler, todos ellos miembros del denominado "estado mayor" del 1-O.

El juez también acuerda remitir en la Audiencia Nacional las investigaciones sobre Tsunami relativas al historiador Josep Lluís Alay, responsable de la oficina de Carles Puigdemont y hombre de confianza del president, a quien acompañaba, cuando en marzo del 2018 fue arrestado en Alemania.

También figuran entre los investigados que ahora el juez envía a la Audiencia Nacional el escritor y empresario Josep Campmajó, de quien las intervenciones telefónicas del caso Volhov han sacado a la luz supuestos vínculos con Tsunami; así como el informático de Waterloo Jaume Cabaní, que supuestamente tuvo un papel clave en la transferencia de dinero a Puigdemont, mediante criptomonedas, y en la creación de una "república digital" para eludir los controles españoles.