La quema de figuras del presidente al exilio Carles Puigdemont y de los consellers Toni Comin y Clara Ponsatí hagenerat uno alud de reacciones. El último en decir la suya a Twitter ha sido la jefe de la oficina de Puigdemont, Josep Lluís Alay. En una publicación en Twitter ha afirmado que "no es la primera vez que la ciudad española de Alfaro quema figuras del presidente Puigdemont y los MEP Comín y Ponsatí". La polémica ha surgido a raíz de la fiesta que se ha celebrado en Alfaro, denominada "Quema de Judas" y que consiste en quemar figuras que representan "el mal" y son considerados "personajes malos".

En un segundo tuit, y siguiendo en la misma temática, Alay ha afirmado que un político europeo destacó el "odio visceral" que había presenciado en España contra los catalanes. "Hace unos días un político europeo de mucho prestigio y ya retirado comentó en Bruselas que nunca había sido testigo en Europa de un odio tan visceral como el odio que había presenciado a España contra los catalanes", reza el último tuit de la jefe de la oficina de Puigdemont, evidenciando su rechazo con esta fiesta del municipio de Alfaro.

La polémica: la "Quema de Judas" de Alfaro

A la tradición de la "Quema de Judas" en Alfaro, un pueblo de La Rioja, tres muñecos representando al presidente en el exilio Carles Puigdemont y los exconsellers Clara Ponsatí y Toni Comín han sido vilipendiados. Esta es una tradición habitual en varios pueblos españoles y latinoamericanos el Domingo de Resurrección, que busca acabar con el mal y con los traidores, recordando la traición de Judas a Jesucristo. Así, se escogen varios personajes "malos" o a los cuales se considera que no han tenido un buen comportamiento aquel año, a los cuales se los quema o se les apedrea en una especie de ritual de purificación.

Este no es la primera vez que se escoge la figura de Puigdemont como uno de estos "Judas" que merecen ser quemados, en el 2019 ya se hizo lo mismo en el pueblo de Coripe, provocando una gran polémica en Catalunya. Este año, sin embargo, Alfaro ha ido más allá y ha quemado a los tres líderes independentistas en el exilio. Las figuras de Puigdemont, Ponsatí y Comín estaban caracterizadas como los tres mosqueteros con un vestido con la estelada y espadas apuntadas arriba. A su lado, otro muñeco del juez Llarena los amenazaba con una maza. Los muñecos estaban acompañados de un cartel sarcástico donde se explicaba cuál era su traición: romper España y huir de la ley.

El Ayuntamiento de Alfaro no ve que haya "ninguna polémica" en esta decisión, ya que creen que Judas fue un traidor y se merecía este final. Así, añaden que la elección de los personajes no tiene un motivo concreto y que los diversos grupos de vecinos que crean estas figuras acuerdan cuáles harán. A pesar de todo, hay un poco de morbo en esta elección.

Jordi Turull: "Dirán cultura popular y no incitación al odio"

El secretario general de Junts, Jordi Turull, tambíen ha reaccionado a la polèmica fiesta de Alfaro este domingo. "Si estas figuras fueran del Rey y familia, y hechas a un pueblo de Catalunya, la Fiscalía ya habría dejado de hacer vacaciones", ha asegurado Turull a través de las redes sociales. En cambio, según el secretario general de Junts, de esta quema simbólica de políticos catalanes "dirán como siempre cultura popular y tradicional y no incitación al odio". "Es el Estado español como concepto", ha añadido.