Ada Colau ha comparecido ante los medios de comunicación para presentar su posicionamiento ante la próxima investidura a la alcaldía de Barcelona, que tendrá lugar dentro de siete días. Colau ha insistido en su voluntad en formar un tripartito de izquierdas, ya que considera que hacen falta "mayorías estables y transversales" y ha lamentado los vetos cruzados entre Ernest Maragall y Jaume Collboni.

Ante esta situación, Colau se ha propuesto como única candidata capaz de liderar el proyecto progresista a nivel municipal. "Estamos convencidos de que somos la única fuerza que puede liderar este acuerdo transversal", ha declarado después de obtener el aval de la militancia para optar a l'alcaldia. Y ha añadido que "tenemos la legitimidad de los votos y tenemos la convicción de que es lo que necesita Barcelona".

Colau ha insistido en qué está abierta a todo tipo de conversaciones con ERC y con el PSC "antes y después de la investidura". Y se ha mostrado indignada por los vetos cruzados entre ambas formaciones, que excluyen cualquier negociación que incluya al otro: "Me parece muy lamentable que el señor Maragall nos diga con quién tenemos que hablar y con quién no tenemos que hablar. Espero que rectifique". Colau ha querido dejar claro que los comunes no quieren entrar en la dinámica de bloques: "Quiero dar un mensaje a Collboni y Maragall. No seremos el trofeo de nadie".

Colau ha alegado que "tenemos que superar las políticas de bloques", apuntando que lo dice "la mayoría social" en base a los resultados electorales, que ha definido como "complejos" y "de difícil gestión".

Sobre la posibilidad de que llegue a la alcaldía gracias a los votos de Ciutadans, Colau se ha apresurado a aclarar que "no hacemos políticas de acuerdos ni de pactos, ni con Valls, ni con Ciudadanos". Ahora bien, no ha descartado ser investida con los votos de esta formación: "De las posiciones del señor Valls, es responsable el señor Valls", ha argumentado, añadiendo que ella no ha negociado nada con el candidato de Ciutadans.