El descubrimiento de que la policía española había infiltrado sin autorización judicial un segundo topo en movimientos sociales de Barcelona después de una investigación periodística de La Directa, ha provocado gran indignación, y las autoridades en Catalunya no han tardado en reaccionar. El pasado lunes, los grupos de Esquerra Republicana, Junts per Catalunya, la CUP y el PDeCAT en el Congreso de los Diputados pidieron la comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para que diera explicaciones sobre este nuevo policía infiltrado. Al mismo tiempo, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, se dirigió a Marlaska a través de una carta para exigirle "respuestas urgentes". Este viernes, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha sumado al 'pressing' y también ha enviado una carta al ministro para pedirle explicaciones y la depuración de responsabilidades.

Colau traslada su "profunda preocupación" a Marlaska

"Quiero trasladarle mi profunda preocupación ante unos hechos que considero graves", ha explicado Colau, que ha señalado que este tipo "de operaciones policiales con motivaciones políticas" suponen la criminalización y estigmatización de "movimientos sociales legítimos y democráticos". En este sentido, la alcaldesa ha afirmado que este tipo de operaciones "merecen no solo el más firme rechazo, sino que requieren una respuesta rápida y contundente". A continuación, ha advertido a Marlaska que "la persecución por motivos de opinión política no puede tener cabida en ningún gobierno democrático que se precie" y por este motivo ha exigido que, con urgencia, se den "explicaciones esclarecedoras y completas que den respuesta a este alarmante suceso" y también "la asunción y depuración de responsabilidades lo antes posible".

La singularidad de la infiltración de este agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), que se instaló en Barcelona entre 2020 y 2022, es que habría establecido relaciones sexo afectivas con varias chicas para integrarse rápidamente en varios grupos de la izquierda alternativa. Cinco de las activistas afectadas han denunciado por abuso sexual al policía al considerar que las engañaron y que el consentimiento de estas relaciones no era informado. En el comunicado con que ha hecho pública la carta, Colau ha denunciado que estas mujeres "han sido engañadas y utilizadas con la finalidad de espionaje político" y por este motivo ha pedido que se les dé "justicia y reparación".

La carta de la alcaldesa barcelonesa llega el mismo día en que se ha revelado que el Ministerio del Interior ha trasladado al agente infiltrado, que se hacía llamar Dani Hernández Pons, a una embajada, que es una de las posiciones más preciadas por los agentes de policías por su alta remuneración. Según fuentes judiciales y policiales a las cuales ha accedido El Español, la idea ha sido apartarlo temporalmente para protegerlo de las críticas y reproches después de las graves acusaciones.