El TSJC ha absuelto al manifestante independentista acusado de agredir a un motorista durante el corte de la Ronda de Dalt que tuvo lugar en el marco de la huelga general del 8 de noviembre del 2017, convocada contra la aplicación del artículo 155. La sala de apelaciones de este tribunal ha estimado el recurso presentado por Alerta Solidaria en este sentido, y que anula la multa de 360 euros y la indemnización 2.325 euros por un delito de lesiones dictada por la Audiencia de Barcelona previamente. La sentencia ha considerado que no ha quedado demostrado que el hombre propinara una patada en la zona facial del casco de la víctima y ha manifestado que es "poco probable" que la pérdida de dientes que sufrió fuera una consecuencia directa del golpe que recibió. Se trata de otra sentencia a un independentista por unos hechos que tuvieron lugar hace cinco años: en las últimas semanas, se ha condenado a manifestantes de la investidura fallida de Carles Puigdemont y también se ha fijado fecha para el juicio por desórdenes de un grupo de manifestantes del Bages en las Marxes per la Llibertat de 2019, 1ue denuncian el alargamiento de su proceso.

El motorista intentó cruzar la protesta independentista contra el 155

Según la sentencia del TSJC, que da la razón al manifestante independentista, los hechos tuvieron lugar hacia las nueve menos cuarto de la mañana del 8 de noviembre de 2017, cuando el motorista Francisco José B. B., llegó a la Ronda de Dalt procedente de Mataró e intentó cruzar la protesta de forma reiterada para ir a su puesto de trabajo, ubicado en la carretera de la Arrebassada. El texto apunta que este conductor pidió pasar y al ver que no lo dejaban empezó a dar "fuertes aceleradas" con su motocicleta. "Se inició una fuerte discusión entre él y los manifestantes, que lo increparon y formaron un tumulto a su alrededor," relata el escrito que afirma que en un momento dado "una de las personas que lo rodeaba cogió la motocicleta por la parte frontal y la hizo caer al suelo", provocando, en el proceso, que la pierna de este conductor "quedara atrapada bajo el vehículo". En este sentido, la sentencia remarca que "no ha quedado demostrado que el acusado, Moisés Fernández propinara una patada en la zona facial del casco que llevaba Francisco José B. B.".

La sentencia del TSJC también hace referencia a las declaraciones de los Mossos que testificaron en el juicio y que afirmaron que no vieron a Francisco José sangrando, a diferencia de otros testigos. Los mismos agentes "no dieron credibilidad" a la agresión que afirmó haber sufrido al motorista porque "no presentaba signos externos". Al mismo tiempo, el escrito apunta que una de las pruebas periciales aportadas durante el juicio determinaron que el motorista "tenía mala salud bucodental", señalando que la pérdida de dientes que habría sufrido el hombre no tiene que estar relacionada directamente con los hechos. A esto se le tiene que añadir la declaración de un médico forense que intervino en el juicio, que aclaró que era difícil que una patada con el casco puesto pudiera provocar la pérdida de piezas dentales, tal como pasó.

Alerta Solidaria celebra la victoria: "No hay más remedio que darnos la razón"

"Después de años de criminalizar la protesta de la Huelga General del 8 de noviembre de 2017, tenemos la última sentencia que nos da la razón y absuelve a Moisés, vecino de Nou Barris," ha celebrado Alerta Solidaria esta mañana en las redes, después de conocer el fallo judicial."¡Lo felicitamos a él y a sus compañeras por no haber dejado nunca de luchar!", tampoco después de que la Audiencia de Barcelona lo declarara culpable de los mismos hechos en el 2021. Entonces, sus abogados recurrieron a la sala de apelaciones del TSJC, que ahora les ha dado la razón.

"Un nuevo recurso de apelación es estimado y redibuja el relato fáctico de aquel 8 de noviembre: no hubo agresiones de los independentistas, que ejercían limpiamente su derecho a la manifestación". Tal como demuestra el que de este manifestante, o los últimos que se han conocido en los últimos días, "la batalla para defendernos es larga porque remamos en contra de un sistema judicial aplicado al coaccionarnos a fuerza de imponernos aberraciones jurídicas a pesar de que saben que en instancias superiores no habrá más remedio que darnos la razón", concluye la organización.