Francisca Aguirre (Alacant, 1930) ha sido distinguida con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2018 del Ministerio de Cultura, dotado con 40.000 euros. El jurado lo ha escogido porque "su poesía (la más machadiana de la generación del medio siglo) se encuentra entre la desolación y la clarividencia, la lucidez y el dolor, susurrando (más que diciendo) palabras situadas entre la conciencia y la memoria". El galardón distingue el conjunto de la tarea literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual. La escritora es hija del pintor Lorenzo Aguirre, a quien le dedicó el poemario 'Trescientos escalonas'. Casada con el escritor Félix Grande, su hija, Guadalupe Grande, también se poetisa.

Una trayectoria rellenada de premios

Su primer poemario, premio de poesía Leopoldo Panero, fue 'Ítaca'. Desde entonces, y con la excepción de la década de los 80, la autora ha seguido publicando su obra de manera ininterrumpida.
Es autora de otros poemas como 'Ensayo General' (Premio Esquío 1995), 'Pavana del desasosiego' (Premio a María Isabel Fernández Simal 1998), 'Ensayo General. Poesía completa 1966-2000', un volumen con todos los libros de poemas escritos hasta el 2000 que recibió el Premio de la Crítica Valenciana al conjunto de su obra obra, 'Nanas para dormir desperdicios' (Premio a Alfons el Magnànim 2007) e 'Historia de una anatomía' (2010), por el cual recibió el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández-Comunidad Valenciana' y el Premio Nacional de Poesía en el 2011.
Es también autora del libro de relatos 'Que planche Rocía Luxemburgo', por el cual consiguió el Premio Galiana en 1994 y el libro de recuerdos 'Espejito, espejito'. Sus obras han sido traducidas al francés, italiano, portugués y árabe.