En pleno confinamiento, cuando el miedo imponía las sombras durante la pandemia, hubo quienes hicieron auténticas revoluciones. Mientras nos obligaban a encerrarnos, a pasar los días entre las cuatro paredes de nuestros hogares, hubo quien se atrevió a pensar, a crear más allá de las barreras impuestas. Un ejemplo fue Mrs. Toolip. Cuando todo se cerraba, ella abrió. Cuando se nos alejaba del arte, del contacto con las ideas, con las creaciones de los demás, ella hizo posible que, por lo menos, un espacio naciera para preservar las obras. En pleno cierre de la vida social, del compartir, del disfrute colectivo, una joven apostó por firmar el contrato para abrir su primera galería, en pleno centro de Barcelona. 

Nació en Nueva Zelanda, pero ha pasado la mayor parte de su vida en la Costa Brava, donde ha crecido y aprendido de sus padres el amor por el arte. Y conoce, perfectamente, los circuitos de las galerías de arte, sobre todo, lo difícil e inaccesible que pueden resultar para nuevos artistas. 

No sé si fue gracias a la pandemia, o a pesar de ella, que Mrs. Toolip puso en marcha su revolución: crear un espacio que sirviera de foro, a pie de calle, abierto y generador de conexiones e intercambios. Un lugar donde exponer talento, dar mensajes apostando por la libertad de expresión que acompaña a la excelencia. Una galería de arte que permite a los creadores que se atreven a mostrar sus obras encontrarse con el público y, además, conocer también el trabajo de los ya consagrados y con experiencia. 

No han pasado todavía dos años desde agosto de 2021, cuando nació este proyecto, y ya han pasado por la galería de Mrs. Toolip más de 500 artistas. Y entre ellos, a algunos he tenido el honor de entrevistarlos en un proyecto que acerca las obras de los autores al espectador, pudiendo conocer de primera mano la experiencia del propio artista. El placer de poder escuchar a quien da vida a la obra que tenemos delante, conociendo el porqué, el cómo y los secretos que encierran la obra es una posibilidad que se abre al público en este mágico lugar. 

La dimensión internacional que ofrecen los proyectos es otro de los hitos que nos ayudan a conocer autores de diferentes lugares del planeta, participando en exposiciones conjuntas donde se abordan cuestiones de actualidad e interés desde distintas perspectivas. Recientemente, la galería acogió una muestra internacional que presentaba obras abordando el uso de las armas en Estados Unidos, y nos invitaba a analizar la Segunda Enmienda. Las distintas experiencias, las diferentes posturas, las imágenes, las obras se conjugaron en la galería para empujarnos a reflexionar, a empatizar, a vivir diferentes experiencias que, finalmente, nos permiten enriquecer nuestra opinión. 

La magia de Mrs. Toolip consiste, precisamente, en que el arte esté a nuestro alcance y, de esta manera, aprendamos a disfrutarlo

La valentía de Mrs. Toolip ha abierto la puerta a artistas que, por ejemplo, a través del arte han podido canalizar experiencias brutales, al tiempo que han hecho del arte una vía de expresión y denuncia, como la exposición de Tess Dribbel, que nos adentraba en el oscura y terrorífica realidad de la pederastia

También en Mrs. Toolip hemos podido conocer la obra de Oswald Auléstia, el hombre conocido como el “gran falsificador de arte de la historia”. Una experiencia que, sin duda, deja huella, porque conocer al autor nos permite hacernos preguntas sobre el valor de una pieza: ¿tiene valor un cuadro por su técnica, por su mensaje, por sus características artísticas o, por el contrario, tiene valor por su autor, por el lugar donde ha estado y quién lo ha tenido en su poder? La historia de la vida de Oswald es apasionante, y por ello ha sido narrada en series y películas, invitándonos a la reflexión continua sobre el arte y sus circuitos

Sirvan estos ejemplos como muestra de la fuerza con la que ha llegado esta mujer que se ha marcado como objetivo revolucionar las reglas que, hasta ahora, se imponían en el ámbito de las galerías de arte. Y mañana, lunes, comienza una más: Mrs. Toolip lanza su primera edición del Concurso Internacional de Arte Toolip, edición de verano. ¿Qué caracteriza esta convocatoria? Fundamentalmente, el objetivo es dar visibilidad a los que han participado en el concurso, poniendo en valor su obra. Y para ello, la manera de seleccionar los trabajos parte de la base en la que el jurado desconoce quién está detrás del proyecto presentado. Es decir: las obras han sido juzgadas sin saber si su creador era hombre, mujer, joven, mayor, con una dilatada carrera en el ámbito artístico o con dedicación íntima a sus trabajos. Todas las obras han competido en igualdad de oportunidades y así se han valorado los trabajos presentados por 242 artistas de 45 países, que han presentado un total de 552 obras. 

Todos los artistas tienen espacio a través de las redes sociales y web de la galería, así como de las pantallas que proyectan sus trabajos en la galería. Y los finalistas han podido, además, explicar sus obras para el público y compartir su experiencia como autores. 

Otra de las diferencias en comparación con la mayoría de certámenes de arte de este tipo es que, en esta ocasión, la galería no se queda con las obras ganadoras de los artistas, sino que se facilita su venta al público y el autor, además, en caso de no venderla en ese momento, podrá disponer de ella con el valor añadido que le otorga el ser premiada. 

Los artistas que han quedado finalistas valoran muy positivamente el hecho de que sus obras hayan sido juzgadas sin más información al respecto. Esto ha permitido que nos encontremos trabajos de autores que además de pintar, de esculpir, de fotografiar, tienen en sus vidas facetas científicas, en el mundo jurídico, de la inteligencia artificial, por ejemplo, lo que nos da una dimensión mucho más amplia y rica de sus proyectos. 

El certamen internacional se inaugura mañana, lunes, y ofrecerá a todo aquel que se acerque a la galería un conjunto de obras diversas, donde, seguro, experimentará sensaciones interesantes, podrá ver trabajos que le invitarán a reflexionar, a disfrutar, a imaginar. La magia de Mrs. Toolip consiste, precisamente, en eso: en que el arte esté a nuestro alcance y, de esta manera, aprendamos a disfrutarlo. Porque, precisamente, gracias a la pandemia, pudimos reconocer que el arte es la medicina para el alma, y sin lugares como esta galería, sin oportunidades para apostar por los proyectos de tantísimos talentos, nuestro universo sería de color gris.