Un tracking es una encuesta con una muestra "en construcción", donde cada día entran 200 nuevas encuestas que sustituyen las más antiguas, eso hace que los cambios se vean como tendencia y sean menos abruptos de un día para otro porque arrastran encuestas de un momento temporal diferente, y más en una campaña electoral, donde en 24 horas pueden suceder acontecimientos que alteren los climas de opinión. Y siempre cualquier dato sometido al margen de error del propio trabajo de campo; la encuesta como indicador de tendencias y aproximación a los resultados finales.

Con este preámbulo, qué nos indican las encuestas publicadas desde el 5 de diciembre:

  1. A medida que han pasado los días se ha incrementado la tasa de participación esperada; es decir, la campaña interesa, la gente percibe que el día 21 se decidirán cosas relevantes para el futuro del país, y manifiestan en aumento ganas de ir a votar; quizás al final no será tan elevada como las cifras que hoy indican las encuestas, pero si no pasa nada extraordinario, se puede situar en torno al 80%.
  2. Hay tres partidos que se disputan la primera posición: Cs, ERC y Junts per Catalunya, con una expectativa de escaños en torno a los 30. En relación al primer sondeo, ERC ha perdido fuerza, Cs se muestra bastante estable y Junts per Catalunya ha ido mejorado posiciones.
  3. De hecho, el equilibrio entre ERC y Junts per Catalunya se debe a una decantación progresiva de antiguos votantes de Junts pel Sí del año 2015 ahora últimamente más a favor de la candidatura encabezada por Carles Puigdemont en detrimento de la de Oriol Junqueras.
  4. El PSC mejora resultados en relación a los datos del 2015, pero parece estabilizarse en torno a los 20-21 diputados, a cierta distancia de las posiciones de los tres primeros partidos.
  5. Empate técnico entre CeC y la CUP, con porcentajes de voto entre el 7 y el 8%; para CeC significa un pequeño retroceso con respecto a los datos del año 2015, mientras que si la CUP mantiene hasta el final de la campaña este porcentaje, significaría consolidar un espacio, ni que al final pueda perder algún diputado.
  6. Las CUP tienen una alta tasa de fidelidad de sus antiguos electores, y si bien es cierto que ceden votos a ERC, también lo compensan porque reciben algunos antiguos votantes de JxSí, de CSQP y nuevos votantes, en magnitudes no muy grandes, pero suficientes como para compensar sus pérdidas.
  7. Finalmente, con los datos de hoy, el partido menos votado y con menos escaños sería el PPC, con un fuerte retroceso proporcional (en parte, no sólo) al incremento de Cs. Quedan días de campaña para frenar la magnitud de las fugas y moderar la caída, siempre a expensas de unos resultados menos buenos para el partido de Inés Arrimadas.

Una vez descrito el escenario resultante, puede ser de interés entrar en algunos detalles de las cifras, que seguro que ayudan a comprender las incertidumbres que tendrán que resolver las urnas:

  1. A falta de una semana para la fecha de las elecciones, la suma de los votos absolutos de las candidaturas independentistas oscilan entre el 46,8% y el 48,4% (datos comprendidos dentro del margen de error de la encuesta), por lo tanto, con los datos actuales, parece difícil que este bloque supere el 50% de los votos emitidos.
  2. Y no está asegurada la mayoría absoluta independentista en escaños, ya que, por ejemplo en el tracking de hoy, se sitúa en una expectativa entre 67 y 72 escaños, pero el martes estaba entre 65 y 69 diputados. Claro que estas magnitudes siempre superan sobradamente la expectativa de escaños de la suma de Cs-PSC-PPC, que han oscilado hasta ahora entre los 56-60; y siempre con el intervalo de 8-11 diputados de CeC (hoy 8-10) como decisivos para decantar mayorías.
  3. A lo largo de estos días de tracking también se ha observado como el electorado de Junts pel Sí del año 2015, una vez asignados los indecisos, pasaba de una preferencia por ERC del 46,5% al 42,6% de hoy; mientras que las preferencias por Junts per Catalunya mejoraban del 41,2% al 47,5% de hoy. Se han cambiado las tendencias dentro de este segmento del electorado, que el año 2015 representó a 1.628.714 personas.
  4. La menor inclinación a votar ERC por parte de antiguos electores de Junts pel Sí del año 2015, reduce la expectativa de este partido, pero no de forma drástica, porque lo compensa con antiguos votantes de la CUP y de CSQP, y entre los nuevos electores jóvenes y los abstencionistas que ahora votarían, ERC capta un diferencial más alto de votos que Junts per Catalunya.
  5. Y otra interna de los datos del sondeo: son el PSC y CeC las dos opciones con más indecisos entre sus antiguos votantes del año 2015 (30,5% y 34,1% respectivamente); habrá que ver finalmente cómo se decantan.
  6. Finalmente, si el PPC no mejora de forma significativa su actual perspectiva electoral (y lo podría hacer, dado que hoy por ejemplo registra una relativa menor transferencia de votantes al partido de Inés Arrimadas), Cs será la formación más votada en el conjunto de la demarcación de Barcelona, y quizás en Tarragona, pero en este último caso, tener unos pocos votos más no siempre garantiza más diputados que ERC o Junts per Catalunya, y las tres formaciones se podrían quedar con cuatro diputados cada uno para esta circunscripción.

Cada partido tiene una semana para confirmar o desmentir estos datos; consolidar o reprochar transferencias de votantes, que al final pueden alterar la asignación de algunos pocos escaños, pero que visto lo ajustados que están los bloques, pueden ser vitales para saber si hay o no mayoría de escaños independentistas en el próximo Parlament. Y después: ¿cómo se gobierna este Parlament tan fragmentado?, pero eso ya no es cosa de la demoscopia.

 

Jordi Sauret es doctor en Sociología y el director-gerente de Feedback EIS