No sé hasta cuándo - así que apresuraos- La Perla 29 presenta en el teatro de la Biblioteca de Catalunya La guerra no té rostre de dona, un montaje de lo Oriol Broggi a partir de textos de la escritora y periodista bielorrusa Svetlana Aleksiévich, que interpretan magistralmente Clara Segura y Guillem Balart. Es obviamente una reflexión antibelicista, pero en un momento dado se plantea sutilmente el dilema entre unono a la guerra racional, de denuncia de la muerte, del miedo, del dolor y de la crueldad humana que se ejerce en nombre de unos supuestos ideales, a veces sinceros, a veces hipócritas, y un no a la guerra que rechaza los ideales desde el principio porque suelen provocar el conflicto.

En La Garriga, el Memorial Democrático organiza visitas comentadas al refugio antiaéreo que hay al lado de la estación. Se construyó en plena guerra civil cuando la aviación de Mussolini bombardeaba la comarca del Vallès, también en días de mercado y con la misma crueldad que la Legión Condor atacó Gernika, pero sin cuadro de Picasso. Durante la visita pasan el vídeo con una teatraliazción de cómo se vivió aquella tragedia. Unas mujeres se exclaman asustadas al oír el sonido de los aviones y las explosiones de las bombas. "Que pase lo que tenga que pasar, pero que se acabe esta guerra de una vez", dice una de las mujeres. Es una frase que me resulta familiar. Las abuelas, con los maridos en prisión o en el exilio reconocían que recibieron la entrada de los nacionales no con alegría, pero sí con alivio. Con una cierta lógica, los derrotados acaban rechazando el conflicto.

Las abuelas, con los maridos en prisión o enl exilio reconocían que recibieron la entrada de los nacionales no con alegría, pero sí con alivio. Con una cierta lógica, los derrotados acaban rechazando el conflicto

La forma más habitual de enternecer los corazones de aquellos a quienes hemos ofendido, cuando tienen la venganza en la mano y estamos a su merced, es empujarlos gracias a nuestra sumisión, a la conmiseración y a la piedad. Sin embargo, la valentía y la constancia, medios completamente contrarios, han servido a veces para el mismo efecto". Este texto pertenece al libro primero del Ensayos de Michel de Montaigne, en traducción al valenciano de Vicent Alonso. He tropezado con el libro buscando otra cosa y la reflexión me ha hecho sospechar si no estaba imaginando fantasmas inexistentes.

¡Y para acabar de rematarlo he recibido un correo de un amigo con un documento adjunto titulado Preparémonos y subtitulado ¡Recuperemos la iniciativa!, que plantea "una estrategia para disputar el poder del estado español en Catalunya e implantar así la República independiente". Mi amigo es de los de la ceba, pero también gran polemista y lo bastante irónico como para acompañar el texto con la reflexión de Hamlet.

"¡Ser, o no ser, es la cuestión!—¿Qué debe
más dignamente optar el alma noble
entre sufrir de la fortuna impía
el porfiador rigor, o rebelarse
contra un mar de desdichas, y afrontándolo
desaparecer con ellas?
Morir, dormir, no despertar más nunca,
poder decir todo acabó; en un sueño
sepultar para siempre los dolores
del corazón, los mil y mil quebrantos
que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara
concluir así! Morir... quedar dormidos...
Dormir... tal vez soñar."

Y entonces yo le llamo y le pregunto. ¿El conflicto es vida? Y mientras se lo piensa yo mismo le respondo: la vida es conflicto!