Noviembre del 2005. El Congreso de los Diputados celebra lo que oficialmente se denominó "debate de toma en consideración del Estatut". No hace falta que le explique como se tomó en consideración el Estatut cinco años después el Tribunal Constitucional. Y sin vaselina.

Pues bien, 12 y 7 años después, respectivamente, el Gobierno catalán ha vuelto a Madrit (concepto) a explicarse. Ahora no es ningún Estatut sino la oferta de un pacto para poder hacer un referéndum. Estamos unos cuantos peldaños más arriba. Y la respuesta del Gobierno ha sido que volvamos a hacer aquello de hace 12 años. Y eso sólo tiene tres posibles explicaciones: o piensan que no tenemos memoria, o piensan que somos imbéciles, o las dos cosas a la vez.

Porque, a ver una cosita... Cuando tú llegas a casa y resulta que tu pareja está en la cama con 5 personas, ella te dice que no es lo que parece, tú haces ver que te lo crees y 7 años después te encuentras 5 personas y tu pareja por el pasillo de casa haciendo la conga todos en bolas y yendo hacia la habitación, ¿es lógico pensar que quizás aquello se repetirá, no? ¿Y quizás no hay que volver a soportarlo, verdad? ¿Y quizás ya te han tomado el pelo las veces suficientes como para no ser un bobo (o una boba)? ¿Sí, verdad?

O como dijo Perich de otra manera, unos cuantos años antes de todo:

El año 2005, en el acto convocado en el Círculo de Bellas Artes por la sociedad civil catalana, la de verdad, fueron sólo dos no catalanes: Santiago Carrillo y su esposa. Y los dos se pagaron el billete de metro de su bolsillo. Han pasado los años y hoy la España Plural que ha recibido la delegación catalana la formaban Manuel Carmena y Pablo Iglesias. Por lo tanto, en el partido entre aquella España Plural y esta, el resultado es de empate a dos. Estamos allí mismo.

La gran diferencia es que el partido ya lo hemos visto y ya sabemos el resultado. Madrit (más concepto que nunca) no tiene ninguna voluntad política de resolver un problema político que no viene de ahora, sino que viene del 2005, de 1931, de 1900 y así podríamos ir siguiendo... Este Madrit con T que representa el Estado, el inmovilismo, el antiguo régimen, nunca ha querido resolver aquello que algunos denominaron el encaje.

En otros momentos lo han intentado con otras formulas más bestias y más típicas de momentos más salvajes (formalmente), pero ahora los altos funcionarios de este Estado que no quiere ceder nada (de nada) ha optado por usar la justicia. Y pretenden tapar la gotera con parches, no con política. Ahora tapamos aquí, ahora tapamos allí, querella va, sentencia viene. Y cuando deje de llover pensarán que el problema está resuelto, como en el 2010, como en 1939. Pero la lluvia siempre vuelve. Y las goteras también. Y hasta que no levanten todo el tejado y afronten el problema, las goteras estarán. Sobre todo ahora que una gran parte de los catalanes se ha cansado de ir poniendo el cubo debajo del goteo porque... "ay nena, así al menos recogemos agua para fregar los platos...".