A veces los debates en el Parlament son una sucesión de argumentos repetidos. Sería como si pusieras una moneda en una máquina de vending (aquello que toda la vida le habíamos llamado "la máquina". Ejemplo: Voy a la máquina, ¿alguien quiere alguna cosa?) y siempre te sirvieran lo mismo. Pidieras lo que pidieras. En este caso pipas, como por citar un producto.

¿Tú quieres una bebida azucarada con burbujas? Pues te salen pipas. ¿Quieres una bolsa de patatas? Pues pipas. ¿Quieres una bolsa de "mezcla"? Pues pipas. ¿Quieres una magdalena? Pues pipas. ¿Quieres unas barritas de galleta y chocolate? Pues pipas. ¿Quieres unos caramelos de miel con fresa? Pues pipas. Siempre pipas. Incluso cuando pasas por delante de la máquina sin intención de consumir nada, te salen pipas.

Pues bien, las pipas parlamentarias son la frase "Señor Torra, usted sólo gobierna para una parte de los catalanes" que sale en cualquier tipo de debate. ¿La analizamos?

Esta es una acusación que se repite más que un sofrito requemado y se refiere a que el president sólo estaría gobernando para los catalanes que defienden, por ejemplo, que el anterior gobierno no esté en prisión o en el exilio. Y lo hace poniendo una pancarta en el Palau de la Generalitat o llevando un lazo amarillo.

Por lo tanto, si hacemos caso del argumento, gobernar para todos los catalanes sería no poner ninguna pancarta ni ningún lazo amarillo. El problema es que si no hay ninguna pancarta ni ningún lazo amarillo, entonces el president Torra no gobernaría para los catalanes que consideran que hay que reivindicar la liberación y el retorno del Govern Puigdemont poniendo pancartas y llevando lazos amarillos. Por lo tanto, haga lo que haga, nunca gobernará para el 100 por cien de los catalanes.

De la misma manera que si el president Torra decide construir una escuela en Masquefa (como por poner un ejemplo), no estará gobernando para todos los catalanes (y catalanas) sino sólo para una parte de los habitantes de Masquefa. Concretamente, la parte que tenga hijos en edad escolar. Los masquefinos (y masquefinas) sin hijos o con hijos en edad no escolar no estarían gobernados por el president Torra.

Por lo tanto, en Catalunya es imposible gobernar para el 100% de sus habitantes. Incluidos los de Masquefa.

Pero salgamos de Catalunya y comprobemos si el argumento puede utilizarse con otros presidentes. Va, vamos a España. Como Pedro Sánchez todavía no ha aterrizado, fijémonos en Mariano Rajoy. ¿Gobernó para todos los españoles? Bien, yo creo que no. Vaya, o al menos eso podría desprenderse de su final político. Los representantes de la mayoría de españoles que no se sentían gobernados por Rajoy, lo echaron. Y precisamente por eso, porque eran más. Y, como eran más tenían más votos que él y eran la mayoría. Por lo tanto, Rajoy gobernaba para una minoría. Si no, la mayoría hubiera estado contenta y no lo habría echado. En cambio con él nunca se usó este argumento del "señor Rajoy, usted sólo gobierna para una parte de los españoles". ¿Por qué, si ha quedado demostrado que era totalmente cierto?

Pues quizás porque decir que el president Torra sólo gobierna para una parte de los catalanes realmente es una estrategia para intentar dividir a la sociedad catalana a base de acusar a los otros de querer dividirla.

Aplicado a la temporada de monzones que estamos sufriendo desde hace meses y que provoca que el agua ya nos salga por las orejas, sería como si yo salgo a la calle con paraguas y usted no. Y cuando empieza a llover, usted me acusa de no pensar en todos los ciudadanos por no haber cogido un paraguas para usted. O una cáscara de pipa.