Vicent Sanchis, director de TV3, ha entrevistado este domingo por la noche a Inés Arrimadas, líder de la oposición y líder del partido más votado a las últimas elecciones nacionales. Al final más que una entrevista ha sido un debate que en algunos momentos ha derivado en discusión.

La entrevista no era fácil para ninguno de los dos porque los hooligans de un bando pidieron el boicot y los que no la han boicoteado y la han visto deseaban caña. Mucha caña. "Hay que desmontar las mentiras de Ciutadans", clamábamos estos en Twitter. Los hooligans del otro bando también deseaban mucha caña y clamaban contra "este entrevistador que no pregunta y que ha venido a discutir con agresividad".

Al final ha sido una hora y siete minutos de entrevista-debate-discusión donde todo el mundo esperaba el momento en que saldría el tema de TV3. O sea, todos sabíamos que la cosa iría transitando por varios temas hasta que, en un momento u otro, aparecería TV3 como tema de conversación. Y que cuando eso sucediera saltarían chispas. Y eso ha pasado 47 minutos después del buenas noches inicial. Ahora iremos, antes comentar algún detallito previo.

Arrimadas ha querido transmitir pureza y limpieza y por eso ha aparecido con top y americana blanca. Cierto que llevaba pantalones negros, pero en el 99% de los planos televisivos los pantalones no se ven. Y cuando se ven en planos generales, ofrecen elegancia, sobre todo en un plató como el de hoy donde predominaban los colores rojos en el fondo.

En una hoja bastante gruesa, y no en un folio, Arrimadas llevaba apuntadas las famosas frases de los famosos artículos del president Quim Torra. Eso indica que a toda costa, ella tenía previsto citarlas. La dureza del soporte era porque quería evitar la inconsistencia de una hoja normal a la hora de leer el contenido y el objetivo era usarlo a manera de los targetones que usan los presentadores para guardar sus apuntes.

Antes de salir el tema TV3 (sí, sí, ahora voy) han hablado del 155, de si la sociedad catalana está fracturada o no, de la huelga de médicos de final de mes (que lo ha sacado Arrimadas, como ya lo sacó el miércoles durante la comparecencia del president y en la posterior sesión de control), de Altsasu y de los votos que allí tiene Ciutadans y de la nueva financiación, cuestión en la que han estado de acuerdo en una cosa: se tendría que haber reformado antes. Han sido momentos en que el uno y la otra no se dejaban acabar las frases y había tan pocas pausas que cada minuto había más palabras que tiempo para decirlas. Más sílabas que segundos para poder expresarlas. Pero, insisto, esto ha sido el aperitivo y era cuestión de tiempo que apareciera el plato fuerte del menú.

Arrimadas ya lo había insinuado unos minutos antes cuando, hábilmente, ha soltado que TV3 entrevista a etarras. Pero la cosa ha empezado de verdad cuando ha dicho que la televisión pública habla de exiliados y no lo son. A partir de aquí hemos entrar en todo aquello de si la cadena miente o no, de si manipula o no, de si muchos catalanes han dejado o no de mirar TV3 por culpa de su partidismo... Bueno, lo de siempre.

Lo que no esperábamos es que Vicent Sanchis tuviera tan claro que este tema saldría como para tener preparado el famoso tuit que hizo a Albert Rivera sobre una pintada aparecida en la persiana de la tienda de sus padres y el posterior tuit de Gabriel Rufián mostrando la foto entera.

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Como puede imaginar no se han puesto de acuerdo, como tampoco se han puesto de acuerdo cuando han estado muchos minutos hablando de una traducción simultánea al exalcalde de Medellín durante una mesa redonda. Una situación que el 98% de los espectadores no tenían ni idea de qué iba y, por lo tanto, han seguido desconcertados.

Han sido 20 minutos que han repetido el formato que ya vimos entre Lídia Heredia y Albert Rivera y que consiste en que la entrevista deriva a hablar de la cadena donde se realiza la entrevista. ¿Y eso es bueno o malo? Bien, la cuestión es que es. Si los unos hacen estas acusaciones y otros dicen que no son ciertas y eso se acaba convirtiendo en una estrategia política más, es normal que hablen de ello, ¿no? Ahora bien, ¿esto interesa al espectador no hooligan? No. Y menos cuando se repite más de una vez y no se llega a ninguna conclusión. Pero al final los hooligans han tomado la opinión pública, o sea que no le veo mucha salida al bucle.

La esperanza es que, tal como ha dicho Vicent Sanchis al final de la entrevista, habrá más ocasiones de hablar con la líder de la oposición y serán unas buenas oportunidades para hablar de proyectos y ya no habrá que volver a tocar este tema que ya nos ha quedado claro. Con permiso del exalcalde de Medellín.