Esta semana ha sido noticia la visita de la cúpula de los gobiernos Aznar a la sala de juicios de la Audiencia Nacional  en San Fernando de Henares.

Francisco Álvarez Cascos, Rodrigo Rato, Javier Arenas, Ángel Acebes, Jaime Mayor Oreja y el eurodiputado Gerardo Galeote han declarado como testigos en una pieza separada de la primera época del Caso Gürtel. Y lo han hecho porque así lo pidieron los abogados de Luís Bárcenas cuando la estrategia era esparcer la sombra de la sospecha entre el máximo posible de personas.

Y, ¿qué dijo la cúpula de los gobiernos Aznar, pero sin Aznar... ni Rajoy? Pues nada. Y, sabe por qué no dijeron nada? Porque no recuerdan nada.

Eso, que en otro momento habría sido noticia de apertura en todos los informativos, ha pasado sin mucha pena ni gloria. Y lo más interesante, mediáticamente, es que quizás demuestra la teoría de la saturación: pasan tantas cosas y tan graves, y cuando pasan resulta que no pasa nada, que al final encontramos normal que los pesos pesados de un gobierno vayan a declarar como testigos en un juicio por corrupción. Estamos saturados y ya nada nos hace saltar de la silla.

La comparecencia fue marciana, pero nadie aprovechó el material para ofrecer una pieza jugosa. Sólo lo hizo el programa La Competencia, de RAC1. De esta manera que se puede oir en este enlace:

Al final, pues, una noticia política de primer orden resulta que se muestra en su vertiente más informativa en un programa de humor. Precisamente el lugar, los programas de humor y de entretenimiento, donde actualmente se hace más periodismo crítico y de denuncia.

¿Perdiendo los papeles en público?

Oriol Güell es un periodista de El País que esta semana ha tenido un pique en twitter con varias cuentas con las que no tiene muy buena relación (y viceversa). La discusión era sobre el famoso cartel que apareció en un plafón del ayuntamiento de BCN y que incitaba a la violencia contra el consumismo (se supone):

El cartel desapareció y nadie sabe por qué apareció ni quién lo hizo aparecer, pero la discusión se ha quedado. Y la cosa entre Güell y sus interlocutores se fue calentando, hasta que pudimos leer cosas como esta:

Este tuit y el resto de este estilo han sido borrados, cosa que implica que el autor no esta muy conforme con el contenido. La pregunta es: ¿había que llegar a este nivel? ¿odos nos hemos enfadado con alguien alguna vez en twitter, ¿pero un periodista que tiene un cierto renombre tiene que llegar a estos extremos?

Y otra pregunta: Oriol Güell es la pareja de Gemma Ubasart, una persona pública de la órbita de los comunes. Para criticar el tono de los tuits del periodista, hay que recordar como ha hecho algunos, esta relación. ¿Qué tiene que ver? ¿O es que se trata de aprovechar cualquier cosa para dar gustito al caldo de la polémica?

"Una periodista de TV3"

De repente, los de Periodista Digital cuelgan una noticia y la titulan 'Una periodista de TV3 solo suspendería el referéndum "si el Estado empieza a matar gente". Pues bien, este es el enlace donde podrá ver escuchar lo que dice la "periodista de TV3" y como lo dice y, sobre todo podrá ver quién es "esta periodista" de TV3.

Dejando de lado que la fecha el vídeo es de un día que todavía no ha pasado, o sea que es un vídeo llegado del futuro, eso es una tertulia, esta persona no es ninguna "periodista de TV3" y lo que dice no es lo que le hacen decir. Ahora bien, una vez colgada la noticia, ve a decirle a la gente que lo que le dicen que es la realidad, no lo es realmente...

El famoso bar fascista de Ávila

Ha circulado mucho por la red la historia del bar fascista de Ávila que hace un simpático humor relacionado con la guerra civil. Y también ha circulado mucho la pizarra que tiene a la entrada del establecimiento:

Pues bien, esta particular manera de ver el mundo fascista, ha provocado quejas. ¿Y los siempre admirados compañeros de Periodista Digital, sabe como respondido estas críticas? Pues con su estilo siempre juicioso, desapasionado, riguroso y, sobre todo, 100% periodístico.

Ah, lo mejor es que lo incluyen en el apartado de "ciencia y educación":

Darnos gato por liebre

No, si todavía tendremos que estarle agradecido... Este señor está dispuesto a pagar lo que debe, no porqué lo tenga que pagar sino porque tiene un buena buena voluntad que no se la acaba... ¡IN-CRE-I-BLE!

Qué error más casual

Mire que, puestos a equivocarse, había posibilidades de error. Pues van y cometen este:

Las casualidades de la vida...

¡Buena sermana mediática!