Subo la persiana. Está nublado. Vaya, me temo que hoy tampoco iré a la playa. ¿Qué mala racha, no? De buena mañana, llamada de mi amigo historiador y payés: "Oye que dentro de un rato se ve que comparece Pedro Duque con preguntas de niños. ¿Por qué no lo hace con personas mayores?". Miro y, efectivamente, hay anunciado un acto que se llama: "El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, con el doctor Fernando Simón, director del Centro de coordinación de alertas y emergencias responderán a las preguntas de los más pequeños". En estos casos, mi pregunta siempre es: "¿Más pequeños que qué y que quién?".

Y mi amigo tiene razón. ¿Por qué el ministro, el señor Simón y otros responsables políticos no salen a responder, por ejemplo, simpáticas preguntas de familiares de personas ingresadas en residencias? No lo sé, ahora me viene en la cabeza la de Ullastrell, donde|han muerto 12 de los 30 ingresados y de los que quedan vivos, prácticamente todos tienen el virus. O la de Can n'Amell de Premià de Mar, con 24 residentes muertos y 180 contagiados.

Quizás esto de los niños con el ministro era el aperitivo (o el vermú) de las medidas que al mediodía ha "recomendado" la Generalitat, que Pedro Sánchez ha anunciado ahora a la noche y que se resumen en una frase: el 27, los chiquillos de hasta 12 años podrá salir a la calle. ¿En qué condiciones? Bien, como acostumbra a pasar, eso ya lo veremos. Y vaya usted a saber si al final los de 12 para arriba también. Esta es la gran noticia "social" del día. Pero la política tampoco está mal.

Pedro Sánchez ha hablado de "desescalada por territorios" porque "las realidades son diferentes y las respuestas tienen que ser diferentes". Él todavía no lo sabe, pero diciendo eso ha reconocido que fue un inmenso error (llámele una inmensa cagada) no cerrar en su momento zonas como Madrid o Catalunya. Permitiendo entonces la movilidad, el virus se expandió a lugares donde le habría sido más difícil llegar. O imposible. Si ahora cuando abres "las realidades son diferentes y las respuestas tienen que ser diferentes", cuando cerraste el criterio tendría que haber sido exactamente el mismo, ¿no?. Pero chico, no les dio la gana hacerlo. Quizás algún día sabremos por qué.

Y hablando se saber, ahora que los niños (y las niñas) ya podrán salir a tomar el aire, que algunos expertos hablan de bares restaurantes abiertos dentro un mes y medio o dos meses, con las distancias correspondientes entre mesa y mesa, quizás es momento de repasar todo el que sabemos sobre el virus, que es muy y muy variado.

La vacuna. Hasta que no haya una, esto no lo detendremos. Bien, y cuando haya quizás tampoco porque el virus podría mutar. Pero nada, la tendremos en un año. Pero quizás es un año y medio. O cinco porque una vez la tengan, lo tienen que probar. Pero quizás antes encuentran una píldora que le saque carga viral al bicho y lo deje medio aturdido, a pesar de que vete a saber porque dependerá de si hace calor, aunque no está demostrado que la temperatura influya. Pero mejor que haga calor.

Las mascarillas. Hay que llevarlas, aunque no sirven para nada. Pero son muy útiles. De hecho, como tampoco hay, dejémoslo estar. Pero ahora cuando haya, mejor llevarlas. Ah, y recuerde que tienen que ser homologadas, pero las caseras hechas con lo primero que encuentre hacen el mismo servicio. Y si no, se pone un pañuelo de hacer fardos, y pa'lante.

Los guantes. Si se lava bien las manos con jabón, no hacen falta, pero es muy recomendable llevar porque puede tocar una superficie contaminada como una puerta o el botón de un ascensor. En cambio de las barras para agarrarse en los transporte público nadie habla. Total, que si se pone guantes, friéguelos con gel hidroalcohólico hasta que se evaporé. Y si no tiene, pues no hace falta porque ya protegen lo suficiente los guantes. Pero si lava bien las manos, déjelo estar.

La comida que compramos y la ropa que llevamos cuando vamos a comprar. Los recipientes que lleve del mercado o de las tiendas pueden haber sido tocados por portadores del virus y estar contaminados. Pero no hace falta que los desinfecte, hay suficiente lavándose las manos como queda explicado en el apartado anterior. En todo caso, déjelos al fresco un rato para que se descontaminen. ¿Cuánto rato? El necesario. Pero recuerde que el virus no se queda en según qué superficies. Y la ropa, lávela a 60 grados, aunque si la lava normalmente también vale, mientras lleve mascarilla, se lave bien las manos, vaya con guantes y se ponga gel. Pero recuerde que las mascarillas no sirven para nada y los guantes tampoco. Y lavarse las manos menos de dos minutos tampoco. Es entre 5 y 6 minutos.

Los síntomas. La pérdida del olfato y el gusto y tener diarrea indican que es portador del virus. A pesar de que hay muchos otros síntomas y estos que acabo de describir no necesariamente lo son. Y a veces no hay síntomas que indiquen que tienes la enfermedad, entonces es lo que se llama un asintomático. Pero si la tienes, la puedes transmitir sin saberlo. Para evitarlo mirar los apartados "mascarillas" y "guantes".

Una vez pasas el virus. Si ha tenido síntomas y quizás ha sufrido la enfermedad, ahora ya no la puede contagiar porque habrá creado anticuerpos. Pero como no sabrá si la ha pasado o no porque no le habrán hecho ningún test, mire a ver si tiene olfato y gusto. Y si no tiene, vigile que quizás está teniendo el virus.

Los entierros. Nada de ir a enterrar a ningún familiar. Usted puede viajar en transporte público o en taxi, ir a comprar a un supermercado, pero de entierros ni hablar. Ni manteniendo las distancias de seguridad. ¿Por qué? Pues porque este tipo de actos sociales contaminan más.

Cifra de muertos|. Sólo se considerarán muertos por coronavirus los ingresados en hospitales a quienes se les haya realizado previamente la prueba. Todo el mundo que muera sin que se le haya hecho la prueba, ha muerto de cualquier otra cosa, que estos días la gente está muriendo de cosas muy extrañas que no son el virus. Sí, es cierto que no hay pruebas para todo el mundo que sea sospechoso de estar infectado y que puedes morir infectado sin saberlo, pero yo qué quiere que le diga.

Como ve, nos hemos convertido en expertos en la COVID19, que es femenino. Y no me extrañaría que lo fuera por culpa del heteropatriarcado. En este caso propongo que para evitar discriminaciones le apliquen al nombre las políticas de género y se lo denomine "el" COVID y "la" COVID.