Miras según qué cadenas de TV y oyes según qué emisoras de radio y al lado de los anuncios de colonias, de concesionarios de coches y de "Carles cambia, Carles repara", te encuentras un variado surtido de anuncios de casas de apuestas. En un corte publicitario que controlé la semana pasada en La Sexta, en 7 minutos y 30 segundos aparecieron 11 anuncios de apuestas, algunos de los cuales con personajes conocidos incitando a jugar.

El problema empieza a ser tan grave en algunos barrios de Madrid que el pasado 6 de octubre se manifestaron unas 1.500 personas detrás de una pancarta donde se podía leer "Fuera las casas de apuestas de nuestros barrios". En la capital de España, uno de cada cuatro centros de bachillerato o FP están a menos de 150 metros de una de estas salas de apuestas que crecen como setas. En Catalunya, la situación es un poquito diferente porque la Ley del Juego limita el número de licencias a 4 casinos, 75 bingos y 127 casas de juego. Con el juego online, la Generalitat no puede hacer nada porque es competencia estatal.

Sí, siempre se ha jugado. También durante el franquismo, cuando estaba prohibido pero existían las quinielas de fútbol, que eran una apuesta deportiva descomunal y que formaban parte de la cultura popular de los españoles. Y todos hemos visto en los bares máquinas tragaperras, que para muchos propietarios eran la salvación del jornal. Pero ahora el problema se ha agravado exponencialmente porque no hay que desplazarse, ya que juegas con el móvil desde cualquier lugar y de una manera tan sencilla como hacerle un "me gusta" a uno foto, las 24 horas al día de los 365 días el año y la publicidad te lo presenta como una cosa divertida e inofensiva.

Tres datos: 1/ Según una encuesta del Ministerio de Sanidad hecha en el 2016, el 6,14% de los jóvenes entre 14 y 18 años apostaban dinero a través de internet. No hay que ser muy espabilado para imaginar que tres años después los porcentajes se han disparado, 2/ El año 2013, la Dirección General de Ordenación del Juego del Ministerio de Hacienda tenía registradas en España 637.000 personas para jugar online. En el 2018 eran un millón cuatrocientos setenta mil (1.470.000) y 3/ En la unidad especializada en adicciones recreativas del Hospital de Mataró han pasado de atender a un 3% de pacientes enganchados al juego online al actual 25%.

La epidemia empieza a ser preocupante, pero algunas administraciones hacen cosas muy extrañas. Como la que denunciaba Sara Muñoz, periodista de La República, en este tuit sobre Tusgsal, la empresa que de entre otros hace el servicio municipal de autobuses de Badalona, el Nitbus del área metropolitana de BCN y el Aerobús al aeropuerto del Prat)

Sara

Hacía días que quería escribir sobre este problema social que me parece gravísimo y que, desgraciadamente, irá a más, sobre todo entre los jóvenes, muchos de ellos menores. Y quería denunciar que no se está haciendo lo que haría falta para combatirlo... pero justamente hoy, día del insoportable sorteo de la lotería de Navidad, Albert Mercadé, periodista de El Matí de Catalunya Radio, ha publicado este tuit, que ha sido respondido entre otros por  Roger de Gracia, director del programa Estat de Gràcia, en la misma emisora:

Mercader

Y es que es esto. ¿Cómo queremos combatir la lacra del juego si hoy todos los medios hemos celebrado de manera festiva y alegre una fiesta ludópata donde los españoles se han gastado 3 mil millones de euros? Sí, sí, lo ha leído bien, 3 MIL MILLONES de euros gastados en lotería de Navidad, 414 millones de los cuales en Catalunya. Y vuelvo a las quinielas futbolísticas. No existía un juego más popular en aquella España franquista donde estaban prohibidos los juegos y las apuestas. Y nadie nunca se planteó que aquello era una apuesta.