La izquierda españolista colabora con el proyecto genocida españolísimo para eliminar la identidad y la cultura catalanas. Es como el poli bueno que, en el fondo, colabora fielmente con el poli malo. Sobre polis, la verdad, los independentistas viejos ya sabemos un poquito. La izquierda españolista es como el cura de pueblo que le dice a la mujer maltratada que se resigne, venga, y me rezas tres avemarías y tres padrenuestros, porque el cura, después de todo, es un hombre y defiende el patriarcado, y la izquierda españolista defiende España. No, hijita mía, no, le dice, le comenta, no gimotees, no hay salvación fuera del Partido, escrito así, con mayúscula, como tampoco hay salvación fuera de la Iglesia pedófila. Como no podría ser de otra manera, que dicen los políticos cuando hacen ver que dicen algo. El federalismo fraternal que viene de España es, en realidad, la misma atrocidad que quiere Vox, el mismo modelo ultraderechista, borrarnos del mapa de una puñetera vez. Santiago y cierra España.

A mí, personalmente, hablo sólo por mí, no me parecería mal que Catalunya y la cultura catalana acabaran en la papelera de la historia. Sinceramente no me parece tan mala idea, de que se acabe el catalán hoy mismo, sería un descanso, según cómo. Ahora bien, que, antes, quedaran claras algunas cosas. La primera cosa es que si la lengua y la cultura catalanas se acaban para siempre no será por consecuencia natural, por evolución como dicen los falsos científicos sociales, los sociólogos de plástico elástico. La lengua española, y hablo sólo en el territorio europeo, tiene relaciones conflictivas absolutamente con todo el mundo y, por este motivo, realiza opas hostiles a todas las lenguas de su entorno. La lengua española, como una especie invasora, como una plaga bíblica, crece y se desarrolla a costa de la muerte inducida, de la muerte proyectada y ejecutada, de las lenguas vecinas. Por imposición imperialista, por genocidio cultural, se agotan hoy el aragonés y el asturiano, desaparecen para siempre los hablantes monolingües de gallego, euskera y catalán. Incluso retroceden el portugués y el francés ante el potencial bélico de la lengua española. No es un conflicto entre hispanohablantes y catalanohablantes. Es un conflicto del español contra todo lo que se menea, incluido el inglés de Gibraltar.

España no tiene otro proyecto colectivo que eliminarnos como sociedad diferenciada

Y segundo, ya que estamos. No me importaría que se muriera mi lengua y mi cultura. Pero si tuviera que renunciar, me pasaría al inglés, al francés o al italiano, lenguas tan genocidas como el español, de acuerdo, pero que, en contrapartida, te aportan algo sólido desde el punto de vista político, cultural y social. Lenguas y países que ya realizaron su colonialismo hace años y que abordaron luego la descolonización, que en definitiva tienen algún proyecto colectivo interesante, alguna idea positiva, aparte de masacrar y eliminar la lengua de sus vecinos. Porque España no tiene otro proyecto colectivo que eliminarnos como sociedad diferenciada. De acuerdo, no todo el mundo en España. Los que no quieren eso tampoco saben lo que quieren.

Un auténtico sabio, el profesor Ramón Grosfoguel (Puerto Rico, 1956), que enseña en la misma universidad donde estudiaron Pedro Sánchez, Pablo Casado y Pablo Iglesias -mentira-, me refiero naturalmente a la insignificante y provinciana universidad de Berkeley, ya hace años que identifica el proyecto nacional españolista del PSOE y de Podemos con el de Vox, el PP y Ciutadans. Y del Partido de Cantabria, y ... de todos los demás que se consideran españolistas. Lo que quiere Podemos en Catalunya claro, según Grosfoguel: “Yo (la izquierda españolista) reconozco tu identidad, te doy migajas para que brinques y saltes en tu carnaval, pero no cuestiones quién decide aquí". Y concluye “Aquí la soberanía la sigue teniendo el Estado imperial-colonial español, tú puedes decidir en tu referéndum cómo te quedas dentro del Estado. ¿Qué derecho de autodeterminación es ése si ya la izquierda españolista te está condicionando las opciones que puedes votar? Es realmente una burla, y es la reproducción de un discurso imperialista-colonial pero desde la izquierda españolista.”