El asunto de la autodeterminación del Sáhara Occidental ha sido siempre un quebradero de cabeza para España. Especialmente para el PSOE, que siempre ha adoptado una postura ambigua, sin querer posicionarse claramente. Hasta ahora. 

El problema del que fuera protectorado español comienza desde el abandono a su suerte de la población saharaui que quedó en una situación indeterminada desde la salida de España como administradora. La trampa de la Marcha Verde provocada por Marruecos dejó ya claro el juego sucio de España, que mientras decía una cosa, permitía la contraria. 

Desde entonces, España ha querido mantener el equilibrio que le permitiera intentar sacar todos los beneficios posibles de la situación: el gas de Argelia (principal defensor del Sáhara Occidental) y una relación óptima con Marruecos. 

Sin embargo, en los últimos tiempos, todo se ha precipitado. 

Desde que el verano pasado apareciera el líder del Frente Polisario para ser ingresado por Covid-19 en un hospital de La Rioja, la situación se tensó. Porque dejaba en evidencia el doble juego de España: el Polisario lo dejó en evidencia. 

Las tensiones con Marruecos se agravaron y mientras tanto, España intentaba seguir haciendo equilibrios para mantener buenas relaciones con Argelia, que era nuestro principal suministrador de gas. Era. Porque a finales de 2021 se cortó uno de los dos gasoductos (el gasoducto Magreb-Europa) que nos enviaban el material, concretamente el que pasaba por Marruecos. España consiguió salvar el segundo, que proviene directamente de Argelia. Pero pronto comenzó a comprar el gas licuado a empresas norteamericanas consolidándose así como principales proveedores de España a comienzos de 2022. 

Mientras esta operación se producía, España negociaba también con Marruecos el establecimiento de empresas del Ibex35 en un proyecto de obtención de energía en territorio considerado “ocupado” por Marruecos. Puede decirse que de esta manera, España pasaba por el aro de Mohamed, y a cambio de poder establecer empresas, el marroquí se comprometía también a controlar la inmigración y a comprar el gas a España. 

El gas que España enviará ahora a Marruecos, dando un sentido inverso al canal que se cerró a finales de 2021, proviene de los proveedores “internacionales”, pero no de Argelia. Y es que el enemigo acérrimo de Marruecos ha prohibido taxativamente que una sola gota de su gas vaya a manos de Marruecos. De esta manera, España será proveedor de gas a Marruecos, dando un giro a la historia. 

Y es que el enemigo acérrimo de Marruecos ha prohibido taxativamente que una sola gota de su gas vaya a manos de Marruecos.

Desde Argelia ya han llamado a consultas a su embajador en Madrid considerando que se está produciendo la segunda “traición histórica” al pueblo saharaui por parte de España. 

De todo esto nos estamos enterando sobre la marcha. Sánchez está operando con absoluta “nocturnidad y alevosía”. Tan es así que sus propios socios de gobierno, Unidas Podemos, acaban de señalar públicamente su absoluto rechazo a la decisión que ha tomado Sánchez. Yolanda Díaz ha afirmado que su formación rechaza de pleno el inesperado giro de España respecto al Sáhara Occidental y apuesta, como siempre ha hecho, por la celebración de un referéndum como única solución al conflicto, respetando la libre determinación del pueblo Saharaui. La línea que se sustenta en las resoluciones de Naciones Unidas (MINURSO) al respecto. 

El principal partido de la oposición, el Partido Popular, también ha expresado su descontento al haberse enterado de esta decisión por medio de la prensa. Por eso han exigido al presidente del Gobierno que comparezca de manera urgente para dar explicaciones de lo sucedido. Pero no es unánime la postura del PP, puesto que el presidente de Ceuta valora con buenos ojos este giro. Considera que de esta manera se garantiza la estabilidad, la soberanía y la integridad territorial de los dos países (Marruecos y España). 

La jugada de Sánchez se supone que tiene como objetivo establecerse como punto neurálgico para el suministro de gas a Europa y también a Marruecos. Si consigue mantener el equilibrio con Argelia, España podrá posicionarse como punto de suministro para países Europeos que no tienen línea directa para abastecerse. 

Para dar este paso, Sánchez no ha contado con nadie de su Gobierno. Pero sí parece que lo ha hecho contando con el respaldo de la UE, concretamente con el de Úrsula, que apoyará las propuestas de España ante los 27 en la próxima reunión del Consejo Europeo esta semana en Versalles. 

Queda en evidencia que, mientras se acusa a Rusia de ser el demonio terrible de la historia por haber “invadido Ucrania”, se le da una palmada en la espalda a Mohamed VI por asediar a los saharauis.

Queda en evidencia que, mientras se acusa a Rusia de ser el demonio terrible de la historia por haber “invadido Ucrania”, se le da una palmada en la espalda a Mohamed VI por asediar a los saharauis. No le importa a Sánchez la situación de la democracia en Marruecos, ni de la libertad de prensa, ni de los Derechos Humanos. A Mohamed no le llama sátrapa y no le importa lo que ha estado sucediendo en los territorios ocupados. Todo lo contrario. 

Además, cabe recordar que el propio PSOE en sus Congresos y en su programa electoral decía: “Promoveremos la solución del conflicto de Sáhara Occidental a través del cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas, que garantizan el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Para ello, trabajaremos para alcanzar una solución del conflicto que sea justa, definitiva, mutuamente aceptable y respetuosa con el principio de autodeterminación del pueblo saharaui, así como para fomentar la supervisión de los derechos humanos en la región, favoreciendo el diálogo entre Marruecos y el Frente Polisario, con la participación de Mauritania y Argelia, socios claves de España, que el enviado de la ONU para el Sáhara Occidental está propiciando”.

Evidentemente, aquí el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui ya no importa a casi nadie. Se verá si Argelia sucumbe al interés económico que supondría abastecer de gas por vía española a toda Europa, o plantarse y cerrar el grifo ante la defensa del Sáhara. 

¿Qué piensa usted que sucederá?