En Volkswagen son muy conscientes, entre otras cosas porque son uno de los grandes grupos a nivel comercial de la industria automóvil, que estamos viviendo una época llena de cambios, cambios que pasan no tan solo por todo lo referente a la estética, sino también a la mecánica.

Así, por mucho que el principal cambio que se haya vivido en los últimos tiempos haya sido el del auge de los SUV, una carrocería que se está cargando a otras tan importantes y exitosas en el pasado como de la de las gallinas o la de los monovolúmenes, también a nivel mecánico se están viviendo transformaciones muy importantes.

 

Evidentemente la entrada en juego de los motores eléctricos e híbridos, híbridos de todo tipo, ha provocado que la tendencia del mercado cambie, así como las necesidades de los conductores. Buena prueba de ello es que Toyota, una marca que ha centrado todos sus esfuerzos en potenciar sus motores híbridos, se ha convertido ahora en la más vendida a nivel mundial.

Volkswagen entierra definitivamente su famoso motor VR6

Cambios en las mecánicas que llegan también provocados por las restricciones en cuanto a emisiones de los diferentes mercados. Así, lejos quedan ya los días en los que algunas marcas optaban por configurar a sus modelos más deportivos con motores de mucha cilindrada y de mucha potencia, que, evidentemente, no es que fueran precisamente los más respetuosos con el medio ambiente.

Uno de los motores más famosos en este sentido era el VR6 de Volkswagen, un motor de seis cilindros y que, teniendo en cuenta su complicada arquitectura, se convirtió en una de las mecánicas más preciadas entre los amantes de los motores potentes. Una mecánica que, lamentablemente para muchos, forma ya parte del pasado.

 

Y es que con la reciente actualización del Volkswagen Atlas, un SUV que se venden en Estados Unidos y el único modelo a nivel mundial que seguía contando con esta opción mecánica en su configurador, Volkswagen a optado por retirar este motor de sus opciones.

El motor VR6 está acabado en América. La tecnología es antigua y los objetivos con las emisiones son clave. No merece la pena invertir en este para conseguirlo”, apuntó recientemente Hein Schafer, director de marketing de producto de la marca. Un motor que muchos recuerdan con cariño en los Golf R32 de cuarta y quinta generación, con potencias de 240 y 250 CV respectivamente.

Evidentemente en el futuro la marca seguirá trabajando para diseñar y fabricar motores potentes que impliquen buenas prestaciones, pero es evidente que, hoy en día, mecánicas como este famoso VR6 están fuera de mercado.